SANXENXO. El Concello de Sanxenxo tiene previsto expropiar más de 22.000 metros cuadrados en el lugar de O Revel para la construcción del nuevo colegio de la parroquia, una actuación que ya acumula varios años de retraso.
La Administración municipal confirmó ayer que ya dispone de la relación de bienes y derechos afectados incluidos en el expediente de expropiación. En concreto, se precisan 22.632 metros cuadrados para dar cabida a las futuras instalaciones educativas. El estudio técnico incluye 29 parcelas, todas ellas clasificadas en diferentes categorías (labradío, forestal, viñedo, inculto y prado). Tal y como señalaron fuentes del Gobierno local, «encargamos un exhaustivo informe de todo o ámbito para non incorrer en ningún erro, polo que se incluíu unha finca privada como se fose de titularidade pública». De esta manera, el documento está conformado por una ficha individual de cada superficie en la que se especifican los metros cuadrados de afección, el nombre y domicilio de sus propietarios y su valoración económica, entre otros datos.
El siguiente paso que deberá dar la Xerencia Municipal de Urbanismo será trasladar el expediente al departamento de Intervención, que tendrá que dar su visto bueno a esta tramitación. Una vez conseguida su aprobación, el Concello de Sanxenxo tiene previsto llevar a cabo una exposición pública del listado de bienes afectados y sus propietarios y abrirá un período de presentación de alegaciones, tras el que promoverá un expediente de justiprecio.
Cabe recordar que la Administración local ya cedió en abril de 2009 a la Consellería de Educación 11.133 metros cuadrados para la construcción del colegio. Sin embargo, la entrada en vigor del Plan de Ordenación del Litoral, precedida por la obligatoriedad de realizar una evaluación ambiental de esta parcela, supuso la afección de más de la mitad de los terrenos puestos a disposición de la Xunta de Galicia. A esto hay que añadir que la protección establecida del regato que atraviesa este ámbito y la denegación de permiso autonómico para canalizarlo o desviar su cauce, como pretendía el Concello, provocó que los metros útiles resultantes quedaran divididos en dos fincas. Como consecuencia, ninguna de las dos parcelas dispone de la superficie suficiente para construir el nuevo edificio del CEIP O Cruceiro.
