El conflicto plantea dudas sobre la titularidad de las antenas de O Castrove

Los ayuntamientos de Pontevedra y Poio defienden que los comuneros de Campañó y de San Xoán fijen los límites en el alto del monte y diriman de quién es el terreno del parque eólico proyectado en 2010
Antenas y repetidores de telefonía situados en A Chan dos Lagos, en el Monte Castrove
photo_camera Antenas y repetidores de telefonía situados en A Chan dos Lagos, en el Monte Castrove

Aunque Poio y Pontevedra sí están de acuerdo en los lindes fijados en 1889 en el alto de O Castrove, el Concello capitalino anunció que aportaría documentos inéditos en el conflicto territorial que mantiene con el ayuntamiento vecino y en el que solicitó el arbitraje de la Xunta. Su objetivo era defender una de las parcelas de este monte, concretamente la situada en la zona en la que en su día se levantó la ermita de Santa Mariña, un antiguo lugar de culto del que apenas quedan vestigios.

Esta circunstancia abre la puerta a una nueva disputa, la que podría enfrentar a las comunidades de montes de San Xoán de Poio y Campañó (Pontevedra) por la titularidad de los terrenos en los que se proyectó un parque eólico, una iniciativa vinculada al concurso impulsado por la Xunta en 2010. A pesar de que la instalación de dos molinos de viento parece descartada, la posibilidad futura de una iniciativa igual o similar obliga a definir los límites en este lugar.

La parcela eólica no es la única que está en juego y que arroja dudas entre ambas entidades parroquiales, que mantienen discrepancias sobre algo más de 13 hectáreas de monte raso, de escaso valor forestal.

La única casa afectada por los lindes figura oficialmente en Pontevedra pese a que un marco de 1889 demostraría que pertenece a Poio

Otro de los puntos de fricción podría ser la zona en la que actualmente se ubican varias antenas y repetidores, que generan ingresos a los comuneros de ambos ayuntamientos. Por este motivo, tanto Poio como Pontevedra defendieron en su día que los comuneros de San Xoán y Campañó deben negociar nuevos lindes para evitar enfrentamientos futuros.

La guerra por el reparto de tierras en orillamar, en el ámbito del río Lérez, que el Instituto Geográfico Nacional ha fallado de forma provisional en favor de Poio, contrasta con la postura que ambas localidades defienden a la hora de definir sus fronteras en O Vao.

Las dos administraciones sostienen que la línea que debería dividir esta zona tendría que dejar las viviendas en territorio poiense y las naves industriales en suelo pontevedrés. Sin embargo, este acuerdo se ve lastrado por el rechazo de la Comunidade de Montes de San Salvador de Poio, que en su día llevó el asunto a los tribunales.

UNA VIVIENDA. La única vivienda afectada por los lindes figura oficialmente en el lugar de Cabaleiro, en la parroquia pontevedresa de Campañó. Es decir, que los propietarios de la casa pagan sus impuestos en la capital provincial.

Pero un mojón instalado en 1889 por los entonces miembros de las corporaciones de Poio y Pontevedra demostraría que, en realidad, el inmueble no pertenece a Campañó, sino a la parroquia poiense de San Xoán.

La piedra en cuestión está situada cerca de las denominadas fincas de Chapela, pegada al muro de una casa que está justo enfrente de la vivienda afectada, concretamente a unos cien metros de distancia.

El mojón también presenta otra particularidad. Está ubicado dentro de la línea imaginaria que marca un cartel de bienvenida a Poio instalado en el lugar.

El caso de los dueños de esta casa situada en Cabaleiro fue uno de los asuntos que más comentarios suscitaron en la comisión bilateral que en 2013 celebraron Poio y Pontevedra en el Recinto Feiral para tratar de aclarar sus límites territoriales. Lejos de cumplir su objetivo, aquel encuentro generó más dudas fronterizas entre ambos municipios, sobre todo entre los propietarios de fincas rústicas.

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