Algo más de nueve de cada diez actas que las fuerzas del orden levantan en Poio por tenencia o consumo de droga en la vía pública se producen en el poblado gitano de O Vao.
Éste es uno de los datos que la Subdelegación del Gobierno y el Concello de Poio analizaron en la Xunta Local de Seguridade celebrada ayer en el Consistorio municipal. Según los informes, en los primeros cinco meses del año se ha notado una disminución de la presencia de personas que llegan en coche al poblado chabolista desde otras comarcas para suministrarse o consumir estupefacientes.
El subdelegado, Delfín Fernández, admitió que sigue habiendo un flujo de personas que acuden a O Vao con este fin. No obstante, señaló que se está produciendo un cambio de tendencia, por el que muchos drogadictos consumen dentro de las propias chabolas. De hecho, el número de actas por tenencia en vía pública bajó de 455 (registradas entre enero y mayo de 2007) a 269 (en el mismo período de este año).
Este tipo de conductas, calificadas como predelictivas y que no generan castigo penal, sino administrativo, son significativas, puesto que las fuerzas del orden no pueden actuar dentro de las chabolas sin la correspondiente autorización judicial. O Vao sigue siendo un foco al que van a parar muchos objetos y vehículos robados. No obstante, el número de estos últimos también se redujo.
A pesar de las cifras registradas en el poblado gitano, la tasa de criminalidad en Poio está 6 o 7 puntos por debajo de la media provincial, que fue de 30,2 delitos por cada mil habitantes en el año 2006 y todo parece indicar que la cifra en 2007 la cifra será muy similar.
El consumo de droga dentro de las chabolas restringe la acción policial en O Vao
