El cura de Vilanova pide la venta del Tinto de Barrantes en las farmacias

Isabel Risco recomendó el consumo del vino "porque é bó para a mente" e instó a las mujeres a implicarse en la viticultura
Los nuevos 'valedores', acompañados por la pregonera, Isabel Risco
photo_camera Los nuevos 'valedores', acompañados por la pregonera, Isabel Risco

La XLV edición de la Festa do Tinto de Barrantes tiene un protagonista induscutible: Tucho Sineiro Padín. El párroco de Vilanova de Arousa es uno de los nueve nuevos 'valedores' y, como tal, se subió al palco situado en la Carballeira para recibir la medalla y el diploma acreditativos de su nueva condición.

Después de siete cosecheros hubiesen jurado defender el vino, y uno no pudiese hacerlo por encontrarse indispuesto, llegó el turno del cura. Micrófono en mano, realizó una intervención que podría firmar cualquier monologuista. Con un tono sosegado, pidió que el Tinto de Barrantes se suministre en las farmacias y lamentó que en algunos hoteles se venda a escondidas para evitar multas.


El nuevo 'valedor' cito a Julio, un amigo que, según sus cálculos, debió haber bebido en torno a 20 barriles de vino, y recordó que su padre se lo recomendaba


Tucho Sineiro mantuvo que el tinto es el recurso que garantiza la longevidad. "É un caldiño que sabe que rabea", dijo antes de recordar que pagó 1.000 pesetas (seis euros) por una botella de vino intragable en Jerusalén. "Non me extraña que Deus o convertera en auga", dijo entra las carcajadas de un sorprendido público.

El nuevo 'valedor' cito a Julio, un amigo que, según sus cálculos, debió haber bebido en torno a 20 barriles de vino, y recordó que su padre se lo recomendaba. "É como se fan os homes", le decía.

El cura hizo también hizo pública su pasión por las nécoras, y antes de levantar la copa, y consumir su contenido haciendo tres pausas para realizar el mismo número de dedicatorias, Tucho Sineiro apeló a Cicerón para sentenciar que en el vino está la verdad. A continuación, se sentó al lado del resto de 'valedores', los hermanos Javier y Manuel Núñez Castro y José Manuel y Jacobo Escudeiro Rial, José Luis Estonllo Varela, José Manuel González Riveiro y Manuel Lucio Abal, entre los aplausos de la concurrencia.

Isabel Risco, la encargada del pregón, reconoció que el sacerdote le había puesto muy alto el listón, pero la actriz afrontó el reto con una pasión y una fuerza demoledoras desde el primer instante. Dijo del Tinto de Barantes que es "sangue que se transforma en viño", y, a pleno pulmón, instó a los espectadores a "recuncar" y lo denominó "caldo dos deuses".

ANSIOLÍTICO. Como el sacerdote, también aludió a sus "propiedades medicinales", y dijo que es "un ansiolítico total", por lo que sostuvo su ingesta es buena para la mente.

"Quero que os afuranchedes" pidió Isabel Risco, y añadió que el tinto tiene el mismo 'glamour' que Marilyn Monroe, "porque deixa pegada", argumentó la pregonera, en cuya vestimenta predominó el morado para que estuviese acorde con el festejo.

La actriz agradeció especialmente a la concelleira de Eventos, y una de las máximas artífices del programa, Mar Moimenta, que la hubiese invitado, pero la edil no pudo oírla porque se encontraba en el Hospital de Montecelo, donde le hicieron una serie de pruebas después de que se hubiese caído por las escaleras de la Casa Consistorial, momentos antes de que comenzasen los actos.

Como sucedió con Tucho Sineiro, fue despedida con un atronador aplauso. Entre el público se encontraban el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y también acudieron a Barrantes la diputada Digna Rivas y los alcaldes de Cambados y Meis, Fátima Abal y José Luis Pérez, respectivamente.

Mientras el centro de atención estaba en la Carballeira, muy cerca de este lugar se ultimaban los preparativos para el tradicional banquete, en el que participaron 650 comensales, que fueron atendidos por 24 camareros en el pabellón de deportes, convertido en un improvisado comedor.

El alcalde de Ribadumia, David Castro, tiene 45 años, tantos como ediciones la Festa do Tinto de Barrantes, en la que siempre estuvo presente Aurora Baranda González, que cumplió 72, es hija y nieta de pulpeiros de O Carballiño, y la persona encargada de preparar este cefalópodo, una responsabilidad de la que ya se ocupaba cuando eran sus padres quienes estaban al frente del negocio.

Mientras corta ajos, recuerda que sus abuelos se desplazaban en un carromato. Ahora cuentan con camiones y furgonetas en los que realizaron el transporte de los 400 chorizos que fueron servidos, 420 kilos de pulpo, 200 patatas, 350 de carne; 130 de fresas, que fueron degustadas mezcladas con vino, como es tradicional, y varias decenas de roscas.

El pan consumido en el banquete fue elaborado en la panadería de Pontearnelas, la mejor de la provincia de Pontevedra, según Aurora Baranda, que es una de las pocas 'valedoras' del Tinto de Barrantes, un detalle sobre el que llamó la atención Isabel Risco en su pregón, en el que pidió a las mujeres a que asuman más protagonismo en el mundo de la viticultura.

Comentarios