El delegado de la CIG cree que Varela no fue el ''instigador'' del intento de despido de su mujer

El delegado sindical de la CIG en el Ayuntamiento de Santiago, Antonio López, está "convencido" de que el "instigador" del intento de despido de su mujer no fue el concejal de Deportes, Adrián Varela, que anunció ayer su dimisión, el día en el que supo que declarará el 13 de junio por la presunta comisión de un delito contra el ejercicio de los derechos cívicos.

Adrián Varela, acusado de tráfico de influencias, cohecho y falsedad documental en la Operación Pokemon, contó el 17 de junio de 2013 a la jueza instructora, Pilar de Lara, que tuvo una "reacción en caliente" en la que pidió a un cargo de Sermasa, filial de Vendex, el despido de una de sus trabajadoras, Isabel, casada precisamente con Antonio López, delegado sindical de la CIG en el Ayuntamiento de Santiago que estaba tocando mucho "los huevos".

López, en declaraciones a Efe, ha señalado que tiene "clarísimo" que Varela no fue el inductor, sobre todo después de acceder a la parte del sumario sobre la que ya no pesa el secreto: "Parece que las órdenes venían de arriba. No puedo demostrar todavía que Adrián Varela era el brazo ejecutor de una orden que daba alguien, pero espero poder hacerlo".

"No tengo pruebas contra nadie a día de hoy -ha proseguido- pero estaré pendiente, y cuando se levante la reserva sobre las actuaciones no descarto que en alguna conversación se pueda ver algo".

En todo caso, sabe que lo ocurrido no ha sido un "calentón" porque el responsable de Sermasa en Compostela, Alberto Quintana, imputado en la Operación Pokemon, le comentó que Adrián Varela le dijo "más de siete u ocho veces que por qué no se llevaba a cabo el despido, y eso no es un calentón".

Antonio López ha indicado que estas actuaciones parecen "propias de la mafia" y ha añadido que no deben quedar sin "castigo judicial" y "ciudadano".

De su compañera sentimental, ha manifestado que está "fastidiada" y no quiere recordar ese asunto: "Cuando se enteró de que intentaban despedirla, me dijo que ella trabaja como le dicen, hago allí lo que me dicen, procuro hacerlo lo mejor posible, y no entiendo que por tu condición sindical, yo me vea afectada".

Tampoco lo comprende López, quien ha lamentado estas "artimañas" propias del pasado y ha confiado en la Justicia, porque es lo "que nos queda", tras haberse sentido "coaccionado e indefenso".

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