El director de los Mossos d'Esquadra, Manel Prat, ha asumido este miércoles ante el juez la responsabilidad del dispositivo policial del 27 de mayo en la plaza Cataluña que acabó con centenares de heridos y ha justificado las cargas y el uso de pelotas de goma por la extrema gravedad de la situación.
Arropado por el secretario general de Interior, Xavier Gibert, y el comisario jefe de los Mossos d'Esquadra, Josep Milán, Prat ha comparecido como imputado durante unas dos horas ante el juez que investiga la operación policial del 27 de mayo pasado, que acabó con cargas policiales a los indignados acampados en la plaza de Cataluña de Barcelona.
Tras el interrogatorio, Prat ha hecho una breve declaración a la prensa, sin admitir preguntas, en la que ha afirmado que su comparecencia como imputado no condicionará sus decisiones futuras sobre la labor de la policía, que ha garantizado que seguirá trabajando con la máxima profesionalidad.
Según han informado fuentes judiciales, Prat ha asegurado ante el juez que, aunque no llegó a ir a la sala de mando, estuvo en todo momento informado de la situación y dirigió el operativo, del que también tenía conocimiento el conseller de Interior, Felip Puig.
El responsable de la policía catalana ha insistido en que el dispositivo estaba diseñado con el fin de retirar de la plaza Cataluña de elementos potencialmente peligrosos de cara a la celebración deportiva del día siguiente, aunque no ha aclarado por qué fueron enviados más de 200 agentes ya al amanecer para una operación de limpieza.
De todas formas, ha admitido que, al concentrarse miles de personas alrededor de la plaza en apoyo de los acampados, que estaban rodeados de policías, se desencadenó una situación de peligro que les obligó a usar la fuerza, en su opinión de forma correcta y proporcionada.
UN DESPLIEGUE APROBADO POR EL CONSELLER
El director de los Mossos ha explicado que el conseller -al que el juez no incluye en su investigación por tratarse de un aforado aunque la querella también se dirige contra él- dio por bueno el diseño del dispositivo antes de su despliegue y también era conocedor del desarrollo del operativo.
Según ha reconocido Prat al juez, fue él mismo quien, como le corresponde por su cargo, autorizó el disparo de las pelotas de goma, y aceptó la orden de cargar con las defensas que dio el comisario del área de Barcelona, Joan Carles Molinero, quien estaba al frente del operativo desde la sala de mando.
Durante el dispositivo policial del 27 de mayo, ha añadido Manel Prat, los Mossos d'Esquadra dispararon sólo tres pelotas de goma, si bien el conseller de Interior aseguró la tarde de aquel día en una rueda de prensa que se habían lanzado 236 salvas de advertencia, seis pelotas de goma y doce proyectiles de precisión.
El director de los Mossos ha recalcado que los Mossos hicieron un uso proporcionado de la fuerza dada la situación de peligro que se había generado, por lo que no se ha abierto ningún expediente a nivel interno sobre la actuación de los agentes que intervinieron en el operativo.
A lo largo de su declaración como imputado, Prat también ha señalado que no pudieron mediar con los acampados de forma previa al operativo para que les permitieran limpiar la plaza porque no había interlocutores del movimiento de indignados.
