El exalcalde Vázquez sostiene que se actuó tarde contra los "golpistas" en Cataluña

El exregidor socialista de A Coruña cree que Feijóo es "un gran valor del centroderecha"
Alberto Núñez Feijóo y Paco Vázquez
photo_camera Alberto Núñez Feijóo y Paco Vázquez

El exalcalde de A Coruña Francisco Vázquez ha tildado este lunes de "golpistas" a los independentistas y ha expresado su discrepancia con la actuación del Gobierno, que piensa que debió aplicar el artículo 155 o haber recurrido al estado de "alarma o excepción" tras "aquel remedo de referéndum" del 9 de noviembre de 2015. En una entrevista en la Radio Galega, el antiguo regidor de la ciudad, que tuvo el bastón de mando desde 1983 durante veintitrés años antes de marchar a la embajada de España ante la Santa Sede y darse de baja del PSOE en 2014, ha reconocido que su etapa política fue "excesivamente larga".

"Estuvo determinada por las circunstancias y la voluntad de los ciudadanos, que me votaban sucesivamente una y otra vez", ha añadido al tiempo que ha destacado que ahora dedica todo su tiempo a lo que "realmente" le gusta, "que es leer y estudiar".

Ahora mantiene una "inquietud política marcada por cierto punto de pesimismo" debido a que "se han perdido ciertos valores" como "la reconciliación, la tolerancia y la convivencia", por lo que nota que "se ha ido al traste el espíritu de la transición". "Ha surgido una clase política con una falta de preparación y la formación que les permita ser más útil. El político tiene que ser útil y hay un excesivo profesionalismo", ha valorado.

Consultado por los políticos que más valora, ha reconocido que tiene "un gran respeto" por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, al que ve como "un gran valor del centroderecha", ya que es "una persona seria", aunque lo ve "un poco alejado de los focos del poder". También tiene "un gran respeto" por el alcalde de Vigo, Abel Caballero, "un buen gestor identificado con lo que tiene que hacer un alcalde, defender a su ciudad".

Sobre su antiguo partido, el PSOE, opina que "no sabe lo que quiere" y "cambia de opinión cada dos por tres", por lo que espera que regrese a los valores que tenía cuando él militaba.

En concreto sobre lo que ocurre en Cataluña, Vázquez considera que "no sucede nada que no sea distinto de lo que anunciaron los separatistas" ni tampoco nada diferente a lo que anuncian algunos, como él, desde hace años cuando dijeron que los independentistas querían imponer sus tesis "a pesar de incumplir sentencias y leyes". "Es preocupante porque ese dejar hacer ha llegado a esta situación extrema a la que no se debía haber llegado", ha declarado el expolítico.

Sostiene que "hace dos años cuando se celebró aquel remedo de referéndum", el Gobierno central debería haber tomado medidas, o bien con la aplicación del artículo 155 -aplicado ahora- con el artículo 116, que regular los estados "de alarma y excepción", además de "haber castigado a los responsables ese intento de golpe de Estado".

Ahora las elecciones convocadas para el 21 de diciembre son "una jugada de póker" que supone "un riesgo evidente", aunque supone que el Gobierno cuenta con encuestas que hablen "de escenario favorable a las tesis constitucionalistas", pues piensa que "la rotura del frente independentista" puede favorecer esto. Cree que todas las opciones deben estar en ese proceso electoral porque "todo el mundo tiene derecho a exponer y defender lo que piense", pero defiende "que cualquier partido político, como cualquier persona en la vida, debe someterse al imperio de la ley".

Se ha mostrado muy crítico con el nacionalismo, que es "la expresión suma de la tolerancia y de la exclusión", y tiene la sensación de que en Cataluña siempre se juega "en campo contrario". "Se les permite a los golpistas que manejen una serie de instituciones e instrumentos que les han permitido crecer, asentarse e imponer sus criterios sectarios e ideológicos en la sociedad catalana", ha destacado.

Uno es "el uso y manipulación de los instrumentos de comunicación catalana", que son la televisión y la radio, con "pautas propias de movimiento totalitario y sin libertad de expresión". "El otro es la educación, sobre la que vengo denunciando desde 1980 que es sectaria, que no solamente desvertebra el concepto unitario de España sino que la establece como realidad no solo ajena sino también hostil. Todos los que han estudiado de cuarenta años para abajo consideran que todo lo que se les enseñó es la verdad, que España les roba y es enemiga (...) y una sarta de falsedades", ha añadido.

Argumenta si no se afronta esta situación, "en 2030 todos los catalanes de 65 años para abajo creerán todas estas falsedades" y entonces "el espíritu independentista no solo será mayoritario, sino que se verá con normalidad". Cuando se cumplen quince años del hundimiento del petrolero Prestige, con el desastre medioambiental que causó, subraya que lo más importante entonces era "ayudar" y fue "muy criticado" por hacerlo frente a una "estrategia política para perjudicar la imagen del Gobierno de Madrid -al que ve como responsable- y de Galicia".

Un error que se cometió entonces, y que cree que es "lo peor que se puede hacer", fue "nombrar una comisión con todos dando su opinión" para abordar el problema, pues con el hundimiento en A Coruña del petrolero "Mar Egeo", en 1992, la gestión la asumió la Armada y, desde su punto de visto, fue la idónea. Con el Prestige, de hecho, "Francia y Portugal nombraron un almirante" para afrontar la situación y él propuso, como también lo hizo el entonces ministro de Defensa, Federico Trillo, "bombardear" el barco "para que ardiera todo el petróleo" y después se hundiese, a diferencia de lo que pasó y tomando una idea norteamericana.

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