El fuego y las sardinas llenan la ciudad en la 'noite meiga'

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Dice el refrán que ‘por San Xoán, a sardiña molla o pan’. Y de esta tradición disfrutaron miles de pontevedreses que se reunieron entorno a casi cien hogueras en la noche más mágica del año, en la que gozaron de buena comida y fiesta. El tiempo fue uno de los condicionantes que más preocupaba a quienes deseaban vivir la cita, que se mantuvieron hasta el último momento pendientes de la lluvia.

Muchos puntos de la ciudad celebraron sardiñadas, churrascadas y hogueras, pero uno de los puntos más concurridos fue la cacharela organizada por la Asociación de Veciños de Eduardo Pondal. Entre todos los socios se repartieron unos 200 kilos de sardinas, junto con pan de maíz, chorizos, vino y refrescos. Para que la fiesta fuese redonda, una charanga amenizó la noche con música y buen ambiente.

A Parda también tuvo un San Xoán multitudinario. La Asociación Veciñal Manuel Quiroga-Pedra do Lagarto celebró una sardiñada en A Abundancia, donde los establecimientos de la zona invitaron a los vecinos a unos 200 kilos de sardinas, acompañadas de empanada y filloas. Además, durante la noche, procedieron al sorteo de un jamón, bonos de gimnasio y un cambio de aceite para el coche. La presidenta de la asociación, Bea Rey, afirma que cada año se va animando más gente a participar en la fiesta, tanto para disfrutarla como para participar como voluntario en su organización.

A Seca, San Cibrán de Tomeza y Estrigueiras fueron otros de los lugares en los que la ‘noite meiga’ tampoco pasó desapercibida. La Asociación de amigos de Campolongo e Estrigueiras repartió sardinas mientras los vecinos disfrutaron de la música de una discoteca móvil y, en Tomeza, fueron las pandeireteiras de la parroquia las que amenizaron la noche antes de encender la cacharela.

La presidenta de la asociación de San Cibrán, Mari Carmen Peón, destacó que, además del tiempo inestable, otro condicionante para la asistencia al San Xoán fue «que se celebra entre semana», por lo que ninguna fiesta se prolongó hasta altas horas de la madrugada. Una de las hogueras que se echó de menos fue la de la Illa das Esculturas.

Todas las cacharelas autorizadas cumplieron con las medidas de seguridad exigidas por el Concello.

Mercado

Los barcos ‘do xeito’ salieron a faenar el domingo para abastecer con sardinas el Mercado de Abastos en la mañana de ayer. Según la presidenta de la Asociación de Profesionais da Praza, Mari Carmen Santos, la de ayer fue una jornada «tranquila, con pocas ventas», en la que el pescado estrella del San Xoán ascendió hasta los 12 euros el kilo. Según Santos, «toda la sardina que hubo se vendió», pero la gente «prefirió adelantar la compra o esperar hasta el sábado, que es San Pedro y coincide mejor porque es fin de semana. Además, el precio también baja».

En cuanto a la carne para churrasco, los puestos del Mercado vendieron «según la previsión» e «igual que otros años», afirma la carnicera Begoña Laya, quien asegura que en la mañana del lunes repartieron «principalmente encargos».

Todas las hogueras autorizadas respetaron las medidas de seguridad exigidas por el Concello para la celebración

Herbas de San Xoán

La tradición dice que para ahuyentar los malos espíritus y purificar nuestras almas debemos lavarnos la cara en la mañana de San Xoán con agua en la que reposaron durante toda la noche al aire libre varios tipos de hierbas medicinales y aromáticas.

Mucha gente se decanta por salir a recoger las plantas que más le gustan o las que por tradición reúne desde siempre, aunque para los no iniciados o los que no tienen la oportunidad, las floristerías de la ciudad vendieron durante estos días ‘os cachos’, o ramos necesarios para la purificación.

La dependienta de la floristería Soportales, Fátima Martínez, explica que «a tradición di que deben ser un mínimo de sete herbas distintas, aínda que nós vendemos un ramo con trece máis unha secreta, ademais dos pétalos de rosa». En este establecimiento aseguran que «cada ano temos máis xente que as demanda e que quere manter a tradición».

Entre las hierbas más comunes, «todas representativas da nosa contorna», asegura Martínez, destaca el trementelo, la hierbaluisa, la malvarrosa, la lavanda, el romero, los helechos, la menta o la madreselva.

En el Mercado de Abastos, las floristas tampoco perdieron la ocasión para vender las típicas hierbas. Una de ellas, María Balea, comentó que la mañana de ayer «fue flojilla en cuanto a ventas porque la gente no está acostumbrada a venir un lunes a la Plaza, pero, aún así, se fueron vendiendo». Los ramos de Balea también contenían más de siete especies de plantas, entre las que destacan la hoja de caña, de viña, la manzanilla, el romero, el trementelo y el poenxo. Estas dos últimas «traídas de lejos porque aquí son difíciles de encontrar».

María Balea asegura que por su puesto pasaron «todo tipo de personas de todas las edades: desde curiosos hasta gente mayor que ya sabía a lo que venía».

La Asociación Vaipolorío continuó un año más con sus charlas sobre las plantas usadas en la mañana de San Xoán y que se pueden encontrar en el entorno del río Gafos. La de ayer en concreto tuvo lugar en el Monte do Taco, en la desembocadura del río, donde Josefa Meijón aportó sus conocimientos sobre esta tradición y Amancio Castro su experiencia con estas especies.

El presidente de Vaipolorío, Gonzalo Sancho, explicó que muchas de las especies tradicionalmente usadas en esta zona están ahora en peligro de desaparición, por lo que se sustituyen por otras parecidas.

Por su parte, la plataforma ‘Salvemos a Fracha’ propuso recoger hierbas de San Xoán en el espacio natural amenazado por la construcción de la autovía A-57 en el tramo Vilaboa-A Ermida.

Los miembros de la organización estuvieron acompañados en su recorrido por dos vecinas del lugar de Pintos conocedoras de las plantas, hierbas y flores con las que se hace el ‘cacho’, muchas de ellas en zonas de difícil acceso.

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