El Gobierno, ''orgulloso'' de la ''valentía'' de algunas medidas

El Gobierno de Mariano Rajoy está "orgulloso" del trabajo que ha realizado durante sus primeros cien días y de la "valentía" que ha demostrado para adoptar decisiones que reconoce que son difíciles pero que está convencido de que darán resultado y serán valoradas por los ciudadanos.

Así lo han asegurado a Efe fuentes del Ejecutivo con motivo de esos cien días del Gabinete Rajoy, que subrayan que el discurso de que la situación es seria y ha habido que tomar decisiones extraordinarias por la herencia recibida del anterior Gobierno socialista no pretende eludir responsabilidades, sino dibujar un panorama al que hay que hacer frente "sí o sí".

"España necesitaba reformas sin más dilación y eso es lo que se ha hecho, poner en marcha una agenda reformista que aún no ha terminado de escribirse", han subrayado las fuentes citadas en referencia a que en los próximos meses el Consejo de ministros aprobará nuevas medidas.

MÁS CREDIBILIDAD
Con las que se han presentado hasta ahora, entre ellas el proyecto de ley de presupuestos generales del Estado para 2012, existe el convencimiento en el Ejecutivo de que se ha ganado credibilidad en el exterior. En ese sentido, recuerdan la serie de declaraciones que ha habido por parte de representantes de las instituciones europeas y de los gobiernos de los países miembros de la UE elogiando la firmeza del Gobierno español.

Sí reconocen que hay algunas medidas, como la reforma laboral, que han tenido "y van a seguir teniendo" contestación en España, pero el Gobierno invita a hacer un balance de la misma dentro de un tiempo desde el convencimiento de que habrá servido para la creación de puestos de trabajo.

Mientras tanto, lamenta la actitud que está manteniendo el PSOE, ya que las fuentes del Gobierno señalan que pretende "avivar" la agitación social con la esperanza de encontrar su hueco después de los batacazos electorales en los comicios municipales, autonómicos y generales.

ESPERANDO EL APOYO DEL PSOE

Pese a ello, el Gobierno no descarta que sea posible contar con el voto favorable del PSOE a nuevas medidas, como ya ha ocurrido con la reforma del sector financiero, y llegar a pactos que permitan, por ejemplo, renovar el Tribunal Constitucional y el nombre del presidente de Radiotelevisión Española.

Rajoy y el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, en su primera reunión en el Palacio de la Moncloa, se dieron de plazo hasta junio para intentar ponerse de acuerdo en la renovación de esos y otros órganos pendientes de relevos. "Aún hay tiempo", se señala desde el Gobierno ante la posibilidad de que se haya avanzado algo en ese objetivo.

LA HUELGA NO APLACÓ LAS INTENCIONES REFORMISTAS
La huelga general que convocaron los sindicatos contra la reforma laboral coincidiendo con los primeros cien días del Ejecutivo (de seguimiento "muy moderado", según el Gobierno) no va a modificar sus intenciones reformistas, pero el Gabinete Rajoy está dispuesto a dialogar con los agentes sociales y con los partidos políticos.

Esencial cree también el diálogo con las Comunidades Autónomas y los ayuntamientos para colaborar en el objetivo de la reducción del déficit, una meta a la que el Gobierno cree que contribuirá el nuevo gobierno andaluz porque cree que "la responsabilidad podrá más en José Antonio Griñán que algunas tentaciones partidistas".

El Gobierno da por hecho que la presidencia andaluza será para Griñán tras un acuerdo entre el PSOE e Izquierda Unida, y aunque subraya que es difícil dilucidar hasta qué punto han influido las medidas del Ejecutivo en los resultados de los comicios en Andalucía, insiste en que se ha actuado fuera de cálculos electoralistas.

LA AMNISTÍA FISCAL, CONTROVERTIDA TAMBIÉN PARA EL GOBIERNO

De ahí que rechace que se "escondieran" los presupuestos hasta después de esas elecciones, y recuerda que Rajoy ya avanzó en su investidura que las cuentas de 2012 se aprobarían a finales de marzo. En ellas destacan que no se ha querido recortar en pensiones ni prestaciones por desempleo y que los ciudadanos lo valorarán

También reconocen que la denominada amnistía fiscal no es la medida que más le ha gustado adoptar al Gobierno, pero señalan que si se la coloca en un lado de la balanza y el recorte en lo destinado a pensiones y paro en otro, "no hay duda".

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