Enormes partidas de cocaína están entrando en Marruecos, donde permanecen ocultas hasta que redes gallegas y holandesas acuden al Norte de África para, por mar y por tierra, introducirlas en Europa a través de las Rías Baixas y de los Países Bajos. Esta es la hipótesis que maneja la Brigada Central de Estupefacientes, que dispone de indicios que le llevan a pensar que la nueva ruta africana de la cocaína está permitiendo introducir miles de kilos de droga de gran pureza al año en el Viejo Continente. La gota que colmó el vaso llegó esta misma semana (el lunes), con la aprehensión, por parte de las autoridades marroquíes, de un alijo de 2.588 kilos de cocaína en la ciudad de Nador, a poca distancia al Este de la ciudad autónoma de Melilla. La droga, de gran pureza, aguardaba en los almacenes para su viaje final hacia el Norte, bien en vehículos con dobles fondos atravesando el Estrecho, bien en embarcaciones disfrazadas fletadas por los grupos gallegos.
EL PRECEDENTE. En los últimos meses, varias han sido las investigaciones que han obligado a los agentes del Greco Galicia a desplazarse al Norte de África. Sin embargo, la primera que cristalizó con la caída de un gran alijo no llegó hasta finales de noviembre de 2016, con la aprehensión de un pesquero con 2.575 kilos de cocaína frente a las costas de Dakhla y en colaboración con el Bureau Central d'Investigation Judiciaire (BCIJ) del país norteafricano. Dos vecinos de la comarca de O Salnés conformaban la conexión gallega de la red internacional de narcotraficantes. Ambos fueron detenidos y puestos en libertad a la espera de juicio.
El lunes cayó un gran alijo cerca de Melilla. El operativo incluyó el arresto de 13 españoles de origen marroquí
La participación de los dos gallegos quedó acreditada, a la espera de que concluya la fase de instrucción y se celebre el juicio oral, a través de sus constantes contactos con miembros del cártel colombiano que pretendía introducir la cocaína. Uno de ellos es muy conocido en los ambientes del narcotráfico de la ría de Arousa (regentó un conocido establecimiento hostelero), y ambos cuentan con antecedentes policiales por delitos del mismo tipo que los que ahora se les atribuyen.
En cuanto al cargamento que fue decomisado el lunes por las autoridades magrebíes en Nador (una poblada localidad ubicada pocos kilómetros al Este de Melilla), destaca la gran pureza de la cocaína (un 93 por ciento, según las analíticas efectuadas en los laboratorios norteafricanos), lo que haría que su valor en el mercado ilícito pudiese llegar a superar los 100 millones de euros.
En cuanto a los presuntos jefes de la organización, las autoridades no lo tienen claro. La Policía de Marruecos detuvo a una quincena de individuos, la mayor parte de ellos con doble nacionalidad (españoles de origen magrebí). Sin embargo, y aunque atribuye el liderazgo a dos marroquíes con pasaporte holandés, se sospecha que el final del trabajo (la entrada en Europa) iba a tener a los gallegos como protagonistas y a los colombianos como receptores finales.Otra novedad es la posibilidad de que parte de la cocaína fuese desviada hacia un nuevo consumidor: los países árabes.
