El héroe de la operación nutria

Y entonces llegó nuestro héroe. Guardó su teléfono móvil en el bolsillo de su polo de color azul, bajó las escaleras del muelle, agarró la cuerda y comenzó a tirar, acercando hacia tierra la embarcación a la que estaba amarrada. Viendo su determinación, dos vecinos siguieron sus pasos. Sucedió en Vilanova.

Vamos por partes. Con su bañador rojo, Diego Fragua Agra se disponía a dar un paseo en su lancha ‘Romi II’. Las manecillas del reloj marcaban las 11.00 horas cuando accedió a la nave, que se encontraba amarrada frente al edificio de la Confraría.

Cuando abrió una portezuela situada en la parte delantera, se llevó el susto de su vida: una nutria, cuya longitud cifró en un metro, abandonó el lugar de un salto ágil y se tiró al agua. Recuperado de la sorpresa, cerró la tapa porque tuvo tiempo de comprobar que estaba acompañada de dos crías.

La gente se arremolinó en el lugar y uno de los curiosos avisó al Servicio de Protección da Natureza de la Guardia Civil para que se hiciese cargo de los mamíferos roedores, al tiempo que se personaba en el lugar un miembro de Protección Civil.

Apoyados en la balaustrada, comenzaron los comentarios. Diego Fragua explicó varias veces cómo había sido la escena y dijo que las crías de mamá nutria podrían medir más de medio metro. Comen almejas y mejillones, que abren colocando una piedra sobre la barriga, que usan para abrirlos, dijo un vilanovés.

No es la primera vez que se dejan ver por esta zona, aseguró otro. Es una prueba de que el agua es pura, porque si no, las nutrias no se acercarían, sentenció un tercero.

Diego Fragua explicó que en días pasado había observado restos de conchas de mejillones y pelos, pero no le dio importancia, por lo que ni se le pasó pro la cabeza que su lancha se había convertido en el hotel de una familia de nutrias.

Nadie quiso acercarse por temor a recibir un mordisco. Y en esta estaban unos y otros cuando llegó nuestro héroe. Su determinación contagió a otros cinco vecinos.

Abrieron la tapa del habitáculo donde se encontraban las crías, y después de golpear el casco con una linterna e introducir un palo por un hueco consiguieron que una abandonase el lugar.

Su madre la esperaba muy cerca. Nuestro héroe sentenció que si el agua está limpia y las nutrias están a gusto en ella es porque el Concello realizó el saneamiento. Era el alcalde, Gonzalo Durán. Y colorín colorado...

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