El IES de Meaño rompe barreras educativas

César Fernández (izqda.) es el profesor que dirige el proyecto en el que están implicados los alumnos del centro
Los alumnos del centro acaban de poner en marcha la segunda de las impresoras 3D que montaron y entre sus proyectos figura una aplicación destinada a los teléfonos móviles

El punto de partida de esta historia es la decisión de los alumnos del IES de Meaño de montar una impresora 3D, con la que diseñarán productos. El dinero recaudado con su venta será destinado a una organización no gubernamental. La iniciativa se llama Maker School. César Fernández, profesor de Tecnología, es su promotor. En el objetivo está implicados todos los departamentos del centro educativo.

"Somos los encargados de montar la impresora, pero el área de Matemáticas llevará la contabilidad de la pequeña empresa que intentamos organizar. Lenguas se ocupa de los artículos periodísticos en diferentes idiomas, además de grabar vídeos. Los de Informática crearon una página web y le darán difusión", explica.

En el departamento de Religión estudian las características de las ONG para proponer las alternativas para el dinero recaudado, cuyo destino se decidirá en una votación. "La idea es cambiar la forma de hacer las cosas, apostando por el aprendizaje por proyectos", argumenta, para implicar y motivar a los alumnos, "aprendiendo cosas que les sean útiles", agrega. También es una fórmula para fomentar el trabajo en grupo.

El origen de la iniciativa se produjo hace tres años, cuando Fernández empezó a informarse sobre las impresoras 3D. Se impuso la meta de intentar montar una con los alumnos en 4ª de la ESO de la asignatura de Electrónica.

"Fue un reto. Tenía 20 alumnos, que distribuí en grupos: unos se encargaban del montaje y los otros de la electrónica y el software", recuerda. El proyecto fue presentado al concurso de la Plataforma Proyecta, en el que obtuvo el primer premio. Con el dinero obtenido, "nos lanzamos, estamos desarrollándolo y esperamos seguir haciendo cosas en el futuro", afirma.

El día 18 acabaron de montar la segunda, que ya probaron. "Estaban todos emocionados con la primera impresión. Es un orgullo para ellos", subraya antes de asegurar que la actitud de los alumnos es inmejorable. "Buscan soluciones, preguntan y trabajan en los recreos", apunta satisfecho.

En los planes de futuro del IES de Meaño figura hacer una aplicación destinada a los teléfonos móviles, y en la recta final del curso está previsto un mercadillo solidario con los productos que diseñen. Fernández tampoco descarta la posibilidad de mostrar la experiencia fuera del centro escolar e implicar a otros institutos y a instituciones, como el Concello de Meaño o la Deputación.