El incendio de Rianxo, estabilizado y sin llama, tras arrasar 140 ha.

La Consellería de Medio Rural considera "estabilizado y sin llamas" el incendio iniciado anoche en el municipio coruñés de Rianxo, que ha quemado 140 hectáreas según las estimaciones provisionales.

El fuego llegó durante la noche a las proximidades de las viviendas de algunos lugares, como el de Somoza, donde solo una estrecha pista separaba las casas de la lumbre. Así
, las llamas llevaban de nuevo el pánico al lugar, siete años después de la oleada de incendios de 2006 que afectara a Rianxo.

Así lo explicó un vecino del lugar, Darío Gómez, quien dijo, no obstante, que no habían temido por sus domicilios, ya que los medios de extinción tuvieron una presencia masiva en la zona y funcionaron "de maravilla".

El vecino resaltó los numerosos medios que trabajaron "incluso por la noche" y que "todo estuvo perfectamente organizado y bien controlado", insistió.

Sobre las causas, afirmó que "lo sabe todo el mundo. Todos los incendios que hay, para mí, son provocados", concluyó.

Ya a primera hora de la mañana, los brigadistas consideraban que con los trabajos de la noche habían controlado el fuego, contra el que se combatió durante toda la mañana, finalmente en labores para enfriar el monte y procurar que no reaparecieran las llamas, que destruyeron una estación de telefonía móvil.

Técnicos que trabajaban en esta instalación explicaron que las llamas alcanzaron hasta la parte más alta, superior a los propios árboles, por encontrarse en la base material de fibra de vidrio, que propició que el fuego ascendiese con facilidad.

Por su parte, el concejal de obras y servicios de Rianxo, Constantino Castaño, calificó el panorama que queda tras el fuego de "desolador" y, aunque reconoció que hubo "momentos de tensión", el incendio no llegó a afectar a ninguna casa del municipio.

También valoró los trabajos de extinción, aunque dijo que no comprendía cómo el fuego pasó en muy poco tiempo de un lado al otro del monte y aventuró la posibilidad de que hubiese intervenido un incendiario "o que no se cortase por donde se debía de hacer", pero, tras temer que llegase hasta la propia orilla del río, afortunadamente no ocurrió, por lo que, "dentro de lo malo, aun pudo ser peor".

Castaño recordó que hace tiempo trabajó en el monte y ya hace décadas que quedó claro que lo que hay que hacer es limpiar y cuidarlo, con lo que nos ahorraríamos "mucho trabajo y mucho dinero", pero concluyó que "eso es política de otra altura".

En la lucha contra este incendio participaron un técnico, seis agentes, catorce brigadas, nueve motobombas, tres palas, cinco aviones y otros tantos helicópteros.

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