La castaña, producto típico del otoño, fue la estrella en los barrios y en las parroquias. Colectivos vecinales y culturales se encargaron de mantener la tradición de reunir a los residentes en el casco urbano y el rural en torno a la degustación de la principal cita gastronómica de esta temporada.
La asociación de vecinos Eduardo Pondal organizó la programación festiva que se desarrolló bajo una carpa instalada en la Praza da Curtidoira. "Mantemos firme o noso compromiso coa potenciación dos costumes e das festas tradicionais de Galiza", subrayó el presidente de la entidad. Además, precisó que con el magosto "a castaña recupera a importancia que o millo e a pataca lle foron arrebatando nos últimos séculos".
Además de castañas asadas, los comensales tomaron chorizos al vino, disfrutaron de la música popular y del baile y participaron en juegos populares.
La Praza de Europa, en Monte Porreiro, fue otro lugar del casco urbano en el que la castaña fue el centro de atención del magosto. La asociación O Mirador repartió castañas que el público degustó de forma gratuita. Leo y Roberta, los monitores de la actividad de zumba que organiza el colectivo vecinal, ofrecieron una exhibición de este baile.
También el barrio de O Burgo disfrutó de un magosto en el que los vecinos degustaron castañas asadas en un acto organizado por la Asociación Sociocultural, mientras que la Asociación Cultural Deportiva Campañó complementó la tradicional oferta gastronómica con una obra de teatro. El colectivo Trepia deja para el día 11 la celebración de su magosto en A Pedreira (21.00 horas).
El magosto conquistó los barrios pontevedreses
La fiesta del otoño llegó a Monte Porreiro, Eduardo Pondal, Campañó y O Burgo
