El militar gallego que el domingo resultó herido en el ataque de insurgentes afganos contra las tropas españolas sufre diversas heridas y la fractura de la tibia y el peroné de una de sus piernas, según informaron fuentes familiares.
Roi Villa, de 26 años nacido en Pontevedra y que reside en un piso de la calle Manuel Antonio de Vilagarcía, contactó con su familia vía telefónica el domingo a la una de la tarde, hora española, para confirmar lo que ya les había avanzado dos horas antes otra comunicación del Ministerio del Interior.
Su padre, Gregorio Villa, explica que la llamada de Roi "supuso una gran tranquilidad, porque siempre dudas de si te estarán contando toda la verdad".
El propio militar herido relató a sus allegados que "iba en el primer blindado de la caravana. Pasaron sobre una mina y estalló, afectando a la parte derecha donde iban los dos fallecidos. Él iba junto a otros dos compañeros en el otro lado, eso le salvó la vida", asegura su padre.
Gregorio Villa explica que ésta era la segunda misión de su hijo en Afganistán porque "le gusta cooperar", y aunque a él le "da miedo, porque es muy peligroso", asume que "ésa es su voluntad" y le enorgullece que "colabore en esta causa".
