El Museo Massó habilita la salazón del viejo almacén Piñeiro para su visita

Desde el pasado sábado ya puede visitarse un nuevo espacio museístico en Bueu. Se trata de una antigua salazón que antaño correspondió al almacén Piñeiro y que forma parte de las propias instalaciones del museo, tras ser recientemente descubiertos restos de la misma bajo el suelo de uno de los almacenes del centro.

Este bien patrimonial se situaba justamente en una de las naves que el Concello de Bueu cedió a la Xunta de Galicia para la ampliación del Museo. La directora del centro, Covadonga López de Prado, explica que los restos salieron a la luz este verano a raíz de unas obras tras las cuales se apreció la presencia de un capitel y de un antiguo muro «que llamaron la atención. A continuación, hablamos con distintas personas que nos dijeron que allí había restos de una salazón, los cuales habían sido tapados con arena y cemento », aclara. Tras la retirada de estos materiales, se constató la presencia de 18 pilos que daban forma a parte de la estructura de la antigua fábrica y que se utilizaban para dejar el pescado en la salmuera.

Las obras de acondicionamiento del recinto permiten ahora el acceso al público al recinto a través de la propia entrada del museo. Durante el pasado mes de agosto se llevaron a cabo los trabajos para recuperar los restos de la estructura. Se recuperaron 18 piletas construidas con grandes sillares de granito, que habían sido rellenadas con arena. Ahora se seguirá trabajando en el proyecto de musealización de este espacio.

Desde el pasado sábado, la salazón ya puede contemplarse desde el acceso de la calle Montero Ríos, al lado de la entrada principal del Museo, y se han acristalado una puerta y una ventana de la salazón original que dan a la Praza Massó y que se encontraban tapiadas con ladrillo. En los próximos días, se completará el proyecto de musealización con mas información, reproducciones fotográficas de gran formato y con una maqueta de la salazón de A Mourisca, cuyo edificio sigue también el modelo catalán de la época, compuesto por un patio cental, una zona de las piletas para dejar la sardina en salmuera, llamada la chanca, y una zona donde se encontraban las prensas, llamado morto.

En el recinto también han instalado atriles con información en gallego y en castellano para introducir a los visitantes en la historia de la fábrica. El espacio puede visitarse durante el horario de apertura del museo, de martes a sábado.

Historia

El almacén Piñeiro fue una antigua salazón del siglo XIX que, junto con otras veinte factorías dedicadas a la misma actividad, se situaba en la línea de playa del gran arenal de Bueu. Posteriormente, fue adquirida en torno a 1.920 por la empresa conservera Massó Hermanos para emplearla como almacén para la maduración de la anchoa antes del enlatado. Hoy, forma parte de las instalaciones del Museo.

Este tipo de factorías fueron introducidas en Galicia por los catalanes. Desde mediados del siglo XVIII, la riqueza del ecosistema de las Rías Baixas, y en especial la abundancia de sardina, atrajo a varias generaciones de emprendedores de Cataluña

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