El PSdeG llega dividido a la cumbre provincial con Abel Caballero al mando

Abel Caballero quiere cambiar a Santos Héctor por David Regades en la presidencia provincial del PSOE. Regades es el que muchos consideran el número tres del barón vigués, solo por detrás de Carmela Silva. Pero no será una misión sencilla. Frente a la opción continuista, la cúpula gallega encabezada por Gonzalo Caballero está segura de contar con más apoyos para renovar políticos y políticas.

Sin embargo, los esta vez oficiales no han logrado llegar con una alternativa única y consensuada. El acuerdo entre el líder local de Pontevedra, Tino Fernández; el alcalde de Ponte Caldelas, Andrés Díaz, y el exalcalde de Redondela, Eduardo Reguera, ha sido hasta ahora imposible.

Al nuevo secretario general de los socialistas gallegos, Gonzalo Caballero, le quedan por delante unos intensos días para evitar esta división en la provincia, que podría acabar entregándole el bastón de mando orgánico nuevamente a su tío, el alcalde de Vigo y uno de sus principales detractores.

De consumarse, para la recién elegida cúpula del socialismo gallego sería el primer gran revés tras la conformación de su ejecutiva hace apenas dos semanas. El Congreso provincial del PSOE pontevedrés tendrá lugar en la primera semana de diciembre, pero en las próximas 48 horas los aspirantes a presidir el partido deberán estar formalmente ratificados. Y hasta el lunes quedan muchas incógnitas por despejar.

Luego de oficializarse las precandidaturas, después de conocerse unas horas antes que el presidente saliente, Santos Héctor, no repetiría. Héctor es uno de los hombres más fieles al alcalde de Vigo, que fue su mentor político y quien lo rescató para la vida pública tras su paso por el sindicalismo activo en UGT. Abel Caballero jugará ahora la partida provincial con otra de sus bazas más valiosas: David Regades, concejal en Vigo y diputado provincial con Carmela Silva, quien lo considera también como uno de sus mejores peones.

Frente al candidato del barón vigués, el actual aparato llega dividido, pero no por una decisión estratégica, sino por todo lo contrario. Tino Fernández, decidió dar el paso casi a última hora, o al menos lo hizo público en los últimos días, aunque en su entorno sostienen que la idea le rondaba desde que Pedro Sánchez ganó las primarias con él como uno de sus mayores defensores en la provincia.

El problema es que Fernández llegó a prometerle su apoyo al alcalde de Ponte Caldelas, Andrés Díaz, que pretende cobrar poder orgánico tras haberse mantenido hasta ahora en un plano estrictamente municipalista. Díaz se vende a sí mismo como una opción capaz de conciliar posturas entre las distintas facciones del partido. Su juventud y los buenos resultados en su municipio juegan a su favor. Y en su contra, su inexperiencia orgánica y la falta de apoyos fuera del ámbito estrictamente comarcal.

Junto a ellos aparece la opción del exalcalde redondelano Eduardo Reguera, hermano del actual regidor municipal del PP en Soutomaior. Se trata de un veterano de la política socialista que ha ocupado cargos públicos y orgánicos de responsabilidad. Se le considera una persona dialogante y de buen talante.

Pero lo único cierto es que, sin el apoyo de la actual dirección del PSdeG, ninguno de los tres será capaz de reunir los 586 avales exigidos para confirmar las candidaturas antes del 16 de noviembre.

En el entorno de Gonzalo Caballero se da por seguro un acuerdo para que uno de ellos encabece una lista única en la que se da por descontado que estarían los otros dos. El secretario general mantiene una buena relación con los tres y, al menos por ahora, no ha mostrado preferencias claras por ninguno. Gonzalo Caballero es partidario de una candidatura coral, en la que estos tres hombres fuertes aglutinen la representatividad del sur provincial (Reguera), del entorno capitalino (Fernández) y del centro (Díaz). En medios socialistas no se descarta que si se forma una candidatura única alternativa a Regades y el equipo de Abel Caballero calcula que no pueda superarla en votos, podría llegarse a una lista única de integración para el congreso de diciembre.