El nuevo párroco de Santa María del Puerto de Marín hace un llamamiento a "caminar unidos"

David Mohedano Mira tomó posesión de su cargo este domingo en una ceremonia presidida por el arzobispo Julián Barrio. Haciendo un símil futbolístico señaló que "vengo a un gran equipo, con una hinchada comprometida con su parroquia"
El arzobispo entrando al Templo junto al nuevo párroco y a sus antecesores
photo_camera El arzobispo entrando al Templo junto al nuevo párroco y a sus antecesores

La de este domingo fue una jornada de fiesta y celebración en la parroquia de Santa María del Puerto de Marín. El arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio Barrio, presidió la Eucaristía en la que tomó posesión de su cargo el nuevo párroco, David Mohedano Mira, todo ello en un Templo Nuevo abarrotado de feligreses. Con emoción, cierto nerviosismo y una gran ilusión asumió su nueva responsabilidad el sacerdote, que estuvo acompañado por los dos anteriores párrocos de Marín, José Iglesias Costas y Ángel Saavedra Meijomide, y en presencia de numerosos compañeros, familiares, vecinos de Nosa Señora do Carme de Aguiño y San Martiño de Oleiros, en Ribeira (a las que dedicó los últimos cinco años de trabajo) y la alcaldesa marinense, María Ramallo.

"Mis palabras de hoy serán de agradecimiento a mis feligreses de Aguiño y Oleiros y a mis compañeros de O Barbanza, con los que he logrado ser mejor sacerdote, así como los anteriores párrocos de Marín, que tan buena labor han realizado, y al arzobispo por confiarme esta nueva tarea", indicó casi al final de la ceremonia. En esta línea, también aprovechó su breve intervención para "saludar con afecto a mis nuevos feligreses", y, haciendo un símil futbolístico, señaló que "vengo a un gran equipo, con una gran hinchada comprometida con su parroquia", añadiendo su deseo de que "caminemos todos unidos". "Prometo dar lo mejor de mí mismo, con pasión y sin descanso, siguiendo la obra de don Ángel y don José, y junto a todos vosotros descubrir nuevos horizontes. Sé que me encontraré con nuevos desafíos, pero cuento con cada uno de vosotros para afrontarlos y, sobre todo, espero no defraudar las expectativas creadas", añadió.

ACOGIDA. En este sentido, incidió en que "el amor, la caridad y la paciencia brotan de la misericordia de Dios, que es firmeza y ternura sin perder el horizonte". En último término, David Mohedano resaltó que "no voy a abandonar el timón de esta nave, salvo que el arzobispo me lo mande" y expresó su deseo de que "nos sintamos todos acogidos en la casa de Nosa Señora do Porto, independientemente de su carisma, condiciones o nivel de fe".

Con anterioridad, el sacerdote ya había recibido la llave de la parroquia y sus lugares sagrados, todo ello tras prestar juramento a su nuevo cargo y participar en la ceremonia, que comenzó con los acordes de la Banda de Cornetas e Tambores Xente Nova, de la Cofradía del Nazareno y terminó con un pequeño ágape tras entonar la Salve Marinera. En medio, David Mohedano recibió el calor de los asistentes en forma de aplausos.

El arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio, le dio la bienvenida al cargo y le aconsejó "identificarte con la gente, ya que su camino será el tuyo", al tiempo que le recordó que "la parroquia debe ser un lugar ordinario para expresarse y donde se intente comprender y ser comprendido, convirtiéndose en el mejor antídoto contra la soledad".

"Pido la ayuda del Apóstol Santiago, de Santa María y del Buen Pastor para que don David lleve a buen término la buena obra que el mismo Cristo ha iniciado en él", señaló durante la homilía, en la que le encomendó que cuide de sus feligreses, matizando, además, que "el único camino es la caridad, ya que con el saber o la ética no bastan. Los mensajeros de Dios deben dejarse llevar por el amor".

El arzobispo expresó también su agradecimiento a los dos anteriores párrocos de Marín presentes en el acto, Ángel Saavedra y José Iglesias, de los que dijo "demostraron una entrega generosa y abnegada en las tareas encomendadas".

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