El Octavio Pilotes Posada de Vigo regresa a la Asobal tras ganar al Barakaldo

El Octavio Pilotes Posada venció ganó al Barakaldo en As Travesas (37-31), y certificó así su ascenso matemático a la liga Asobal solo una temporada después de perder la máxima categoría.

El equipo dirigido por Quique Domínguez era el gran favorito al ascenso, tanto por presupuesto como por plantilla. Y los vigueses, que de momento no han perdido ningún punto en su cancha, han sabido jugar a lo largo de la temporada con esa presión.

Para el club vigués había sido un palo muy duro perder la máxima categoría justo el año que se le había concedido la organización de la Copa del Rey -al final se le permitió jugar igual a pesar de militar en la División de Plata-, por eso su presidente, Javier Rodríguez, se marcó el objetivo de devolver al Octavio a la Asobal.

El dirigente gallego, que el pasado verano sufrió un derrame cerebral, no escatimó en gastos a la hora de planificar la plantilla. Mantuvo a la columna vertebral del equipo -Xavi Díaz, Montávez, Cerillo- y fichó jugadores con experiencia en la categoría y otros más veteranos y con pasado en la Asobal.

De este modo, llegaron a Vigo los extremos Abramovich y Edu Moledo, los pivotes Dani Cerqueira y Víctor Frade, el portero argentino Leo Maciel y los primera línea Fran González, Juanjo Ruesga, Mikalauskas, Polakovic y Barisic.

Fichajes que no todos ofrecieron el mismo rendimiento. El israelí Abramovich apenas contó para Domínguez, al igual que el lateral croata Barisic, que estaba llamado a ser uno de los jugadores importantes.

Mikalauskas y Ruesga fueron perdiendo peso a medida que pasaban las jornadas, mientras que el meta argentino vivió a la sombra del veterano Javi Díaz, clave en el ascenso de los vigueses.

Un rendimiento que nada tuvo que ver con el que ofrecieron dos viejos conocidos de la afición de As Travesas: Fran González y Pavel Polakovic. Ambos, junto al extremo Cerillo y el joven Pablo Cacheda, fueron los líderes del equipo en el ataque posicional.

De todos modos, y a pesar de asegurarse el ascenso a falta de dos jornadas para el final de la Liga, el futuro del Octavio no es nada esperanzador. Su histórico patrocinador -Pilotes Posada- abandonará el club al final de la presente temporada debido a la crisis económica.

Además, Javier Rodríguez, cansado de poner dinero de su bolsillo en los últimos ejercicios, amenazó la semana pasada con no inscribir al club en la máxima categoría si las instituciones públicas o el empresariado vigués no respaldan al Octavio, que tendrá que hacer frente a un aval de más de 100.000 euros para ingresar en la Asobal.

Por eso, como ya reconoció el máximo dirigente gallego, éste puede ser el ascenso "más triste" de un club que, al igual que la mayoría del balonmano español, vive momentos de incertidumbre por la falta de ayudas económicas.

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