El pacto del alcantarillado

El Pleno aprobará el próximo jueves por unanimidad que la distancia obligatoria para conectarse a la red pase de 100 a 50 metros
Tapa de una alcantarilla en Pontevedra
photo_camera Tapa de una alcantarilla en Pontevedra

Por unanimidad. La Corporación municipal aprobará el próximo jueves la modificación definitiva de la ordenanza de vertidos. Así se puso de manifiesto ayer en la comisión de Economía e Facenda, en la que BNG, PP, PSOE, Marea y Ciudadanos dieron su apoyo al cambio normativo que permitirá reducir la distancia que hasta ahora obligaba a viviendas y negocios a conectarse a la red de alcantarillado. Esta ya no será de 100 metros, sino de 50, de modo que habrá casas y empresas que se librarán del denominado enganche.

La actualización del reglamento también contemplará otros supuestos que eximirán a los propietarios de inmuebles de la obligatoria conexión al saneamiento. Esta especie de amnistía se aplicará cuando no haya posibilidad de enganche entre una casa y carreteras de acceso público o privado; cuando haya que atravesar la vía del tren o carreteras de otras administraciones; cuando la conexión afecte a servicios soterrados como el eléctrico, la red de gas o de comunicaciones; cuando haya que atravesar un río o un regato y cuando no sea posible desde el punto de vista técnico por la dureza del terreno o el ancho del camino no permita introducir la red de alcantarillado en algún lugar.

La actual ordenanza de vertidos, en vigor desde abril de 2007, incorporará todos los cambios legislativos realizados desde entonces. Entre ellos figuran los derivados de la Lei de Augas de Galicia, del año 2010, o de la denominada Directiva de Servicios de la Unión Europea, de 2012.

La iniciativa de aumentar la distancia del enganche obligatorio a los 100 metros fue del grupo político Marea.

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