El padre del joven fallecido en Pontedeume el 10 de julio de 2011, Fernando Sánchez, piensa que el escenario fue un montaje y que se movió el cuerpo de su hijo después de morir en la casa de los procesados.
Fernando Sánchez, que se llama igual que su hijo, ha explicado a los medios de comunicación que piensa que "lo mataron y luego pensaron cómo lo iban a justificar, se juntaron y lo planificaron", hasta llegar a la versión actual.
Su opinión es que "lo sacaron de la casa y lo llevaron al muro -donde apareció el cuerpo-, luego se fueron a la casa a limpiar todo", ha dicho, y ha insistido en que "tiraron el cadáver en unas silvas" y que "limpiaron toda la casa".
"Mataron a un hijo y mataron a un hermano", ha concluido en la segunda sesión del juicio que terminará el jueves y en el que los miembros del jurado emitirán un veredicto que puede ir desde la libre absolución, que piden la fiscalía y la defensa por los eximentes de defensa propia y miedo insuperable, hasta el asesinato con una condena de veinte años, que solicitan las acusaciones.