El parque de los tropezones

Santiago Otero muestra una de las deficiencias del parque acompañado por Pepe Bascuas (Foto: Fernando Salgado)
photo_camera Santiago Otero muestra una de las deficiencias del parque acompañado por Pepe Bascuas (Foto: Fernando Salgado)

VILAGARCÍA. Caminar por el parque de A Xunqueira sin prestar atención al lugar donde se pone el pie puede convertirse en una actividad de riesgo porque este espacio, situado en el centro de Vilagarcía, es una sucesión de agujeros que se alternan con zonas en las que las raíces provocaron que se levantase el suelo. También abundan los bancos rotos y el tránsito resulta doblemente complicado y peligroso cuando llueve.

Esta situación, que se prolonga desde hace varios años sin que los gobiernos locales hubiesen puesto en marcha un programa de obras para acondicionarlo, fue denunciada hoy por la asociación de vecinos Zona Xunqueira.

"Sufre un deterioro palpable, que puede apreciar cualquier persona", recordaron Pepe Báscuas y Santiago Otero, presidente y vicepresidente, respectivamente, del colectivo. Las dificultades para circular con tranquilidad se incrementan notablemente para aquellas personas que lo hacen en una silla de ruedas o con algún tipo de limitación, agregaron.

El resultado del abandono salta a la vista. "De ser un parque atractivo, y que podría acoger a todas las generaciones, ha pasado a ser un lugar del que escapar para evitar problemas. Es el parque de los tropezones", manifestaron.

El paso del río Santa Mariña por este entorno "deja mucho que desear", agregaron, porque en sus márgenes se acumula la suciedad y los desperdicios, "que ofrecen una imagen lamentable" al encontrarse en un terreno colindante con el convento de Vista Alegre, uno de los emblemas arquitectónicos de la ciudad arousana.

"Estando todo el entorno del río peatonalizado, con el objetivo de hacer de esta zona un espacio de esparcimiento y paseo, el estado del parque choca con toda esta planificación, dejando sin sentido una ambiciosa intervención, como la llevada al priorizar la presencia de las personas", argumentaron Báscuas y Otero.

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