El piso de Burdeos en el que fueron detenidos cuatro etarras el 20 de mayo de 2008, entre ellos tres supuestos dirigentes, era el centro de la estructura de informadores de la organización terrorista, según la fiscalía francesa.
Los ficheros encontrados en Burdeos con información sobre seguimientos a policías, guardias civiles, ertzainas, empresarios o magistrados españoles, pero también a algún francés, como el juez antiterrorista Jean-Louis Bruguière, muestran que ahí estaba el núcleo de ese servicio de la banda, señaló hoy el fiscal del Tribunal de lo Criminal de París Jean-François Ricard.
Refiriéndose a los tres que se sientan en el banquillo, Ainhoa Ozaeta, Igor Suberviola y Jon Salaberría -el cuarto ocupante del piso franco, Francisco Javier López Peña, Thierry, murió durante su encarcelamiento en marzo de 2013-, Ricard afirmó: "aquí tenemos la cabeza" de la estructura llamada Info.
El representante del Ministerio Público, al igual que la presidenta del tribunal, Jacqueline Audax, les preguntaron repetidamente a los tres sobre el origen de esos ficheros de personalidades y sobre el uso para el que estaban previstos, pero las únicas respuestas que obtuvieron fueron "no tengo nada qué decir" o "no quiero hablar". "La finalidad es sólo una. ¿Ve usted alguna otra?", lanzó Ricard a Ozaeta, en alusión directa a la preparación de atentados. La etarra se mantuvo en su "no tengo nada qué decir".
El fiscal hizo notar que lo requisado en Burdeos pone en evidencia que los militantes que participaban en la recopilación de informaciones sobre objetivos de la banda "ejecutaban las consignas que se les habían dado" desde la dirección de forma pormenorizada.
Audax, sobre la base del sumario de este proceso que se inició la semana pasada y debe prolongarse hasta el 12 de junio, señaló que la red de informadores que tenía ETA cuando se desmanteló el piso franco de Burdeos se había constituido en 2006-2007, que estaba muy mayoritariamente integrado por comandos de activistas "legales" (no fichados) y que las decisiones sobre su creación y su gestión las tomaba la dirección desde territorio francés.
También se organizaban en Francia citas entre los informadores y sus jefes, según constan en agendas y ficheros aprehendidos en Burdeos, en una de las cuales aparecen las iniciales Ku de Kuraia, que es el alias que se atribuye a Ozaeta.
Esta mujer de 39 años está acusada, entre otras cosas, de ser dirigente de una organización terrorista por haber estado al frente de diversas estructuras como la de información, así como de corresponsable del aparato político, algo que también se imputa a Suberviola.
El piso de Burdeos en el que fueron detenidos tres presuntos dirigentes era el centro de información de la banda
