Desde el inicio se vio que la sesión plenaria celebrada este jueves en Lalín no iba a ser tranquila. Hubo discusión en el primer punto, en el cual se buscaba aprobar actas de dos plenos anteriores. El Partido Popular recriminó que el secretario municipal no había transcrito correctamente lo sucedido en el apartado de ruegos y preguntas. "Non acusamos ao secretario de mala fe, queremos que recolla o que pasou", apuntó José Crespo. Finalmente, el acta de la discordia se retiró y pudo continuar la sesión.
El Gobierno local llevó dos propuestas de transferencia de crédito para dotar económicamente diversas actuaciones. Tanto el Partido Popular como el concejal no adscrito, Juan José Cruz, matizaron las propuestas, por lo que tuvieron que votarse por puntos. Los ánimos volvieron a encenderse al acusar Crespo al alcalde, Rafael Cuíña, de gastar dinero en "autobombo" al querer llevar a cabo diferentes acciones para atraer turismo al municipio. A pesar de los desacuerdos, los ediles votaron derivar 425.000 euros a la pavimentación de viales en el rural, 59.950 al aparcamiento del Pazo de Liñares y cerca de 3.000 a reparaciones en el colegio Xesús Golmar, entre otras.
Entre el público se encontraban miembros de la plataforma Salvemos Catasós, ya que la Corporación tenía que votar el expediente de solicitud de ENIL de la Fraga de Casas Vellas. El Partido Popular realizó matices que no fueron considerados, por lo que rechazó la propuesta. Lo mismo hizo Cruz, dejando al Gobierno en minoría.
Dos veces llamó al orden Cuíña al concejal no adscrito. El regidor llegó a advertirle de una tercera, lo que supondría la expulsión de Cruz. No la materializó, pero sí que mostró su desacuerdo por su actitud y lo trató de "tránsfuga", palabra que también usó el teniente de alcalde, Nicolás González.
El Pleno del Concello de Lalín deja más disputas personales que consenso
La tónica de la sesión fue de crispación, con reproches entre los ediles y una patente tensión entre el Gobierno y Juan José Cruz
