Ni para ti, ni para mí

El equipo granate no fue capaz de derrotar a la Cultural Leonesa a domicilio y se quedó prácticamente sin opciones de clasificarse para la próxima edición de la Copa del Rey.

Cultural Leonesa: Jorge Palatsí; Aitor Núñez, Míchel, Bardal (Santi Santos, min. 88), Víctor; Marcos Álvarez (Javi Navas, min. 73), Nacho Matador (Orodea, min. 82), Gonzalo, Cristóbal; Almoez y Aketxe.

Pontevedra: Company; Adrián, Pablo, Capi, Verdú; Álex Fernández, Kevin Presa (Queijeiro, min. 50); Hugo, Jacobo (Mouriño, min. 58), Jandrín (Antonio Bello, min. 69); y Borjas Martín.

Árbitro: Ramos Domínguez (Comité asturiano). Amonestó con cartulina amarilla a Víctor y Nacho Matador, por la Cultural Leonesa;
y a Borjas Martín y Capi, por el Pontevedra.

Reino de León. 1.500 espectadores

Jorge Gómez. ADG. León.

El Pontevedra no fue capaz de derrotar a la Cultural Leonesa a domicilio y se quedó prácticamente sin opciones de clasificarse para la próxima edición de la Copa del Rey. Tras una primera parte muy igualada, el conjunto visitante fue muy superior a su rival. Tan solo la mala puntería de cara a puerta privó al Pontevedra de llevarse tres puntos importantes para poner fin a su mala dinámica de resultados y no esperar a una carambola para clasificarse para el torneo copero.

Fue un choque entre dos conjuntos que se tomaron el partido en serio. La Copa del Rey era un objetivo de verdad para los contendientes. Por tanto, lo primero era el rigor defensivo, como ambos equipos habían sostenido a lo largo de la temporada. Y como era previsible, las ocasiones brillaron por su ausencia en los primeros minutos. La presión adelantada de uno y otro hacía difícil que el juego fluyese. Porque tanto Cultural como Pontevedra apostaban por tratar de sacar el balón jugado desde atrás.

El choque fue intenso, pero carente de oportunidades en la primera parte. Hugo disparó alto en una contra, cerca del minuto 30, en el primer disparo de la escuadra lerezana. A él respondió Cristóbal al instante. Fue en un córner en el que el Pontevedra se despistó y permitió que Cristóbal golpease con comodidad, aunque por encima del larguero.

Todo cambiaría en el segundo acto. Porque el conjunto visitante dio un paso adelante. Sabía que era necesario ganar para agarrarse a la Copa y, de paso, dejar atrás este amargo sabor de boca de final de temporada.

Y ciertamente, mereció ganar. Desde el primer minuto se vio a otro Pontevedra. El equipo se despojó de su coraza. A ello ayudó la fatídica baja de un hombre fundamental como Kevin. Paradójicamente, la sustitución obligada del mediocentro, indispuesto tras un golpe en la cabeza, dio otro aire al equipo. Queijeiro entró en su lugar y el cuadro lerezano ganó en creatividad. Por el contrario, perdió solidez en el centro del campo, lo que permitió a la Cultural llegar a las inmediaciones de Company en dos acciones bien conducidas por el veloz Almoez. En una jugada del catarí, Matador disparó rozando el palo, en la que fue la acción más clara para una Cultural cada vez más aculada.

En un robo adelantado de Queijeiro, que cedió para Borjas. En el mano a mano, el canario buscó picar el balón y se lo mandó a las manos de Jorge.

El Pontevedra había perdonado, aunque no acusó el error en ataque. De hecho le dio más fuerza. La Cultu ya se dedicaba solo a defender y a buscar el balón largo. Mientras, los jugadores visitantes reclamaban un posible penalti de Aitor por una mano que el controvertido César Ramos no vio. Sí vio luego una supuesta falta de Capi merecedora de amarilla, cuando el central fue a por un rechace y el meta se lo sacó de encima con un manotazo en la cara.

Luisito puso toda la carne en el asador con Bello por un Jandrín vacío físicamente. Y a poco del final, el andaluz pudo anotar tras una gran apertura hacia su posición. Bello se quedó solo ante Jorge y el meta le achicó por bajo. Una vez más, el cancerbero acertaba ante un atacante rival y salvaba a su equipo de la derrota.

Con el Pontevedra asediando y la Cultural más pendiente de defender y homenajear a un Bardal que se despedía finalizó un choque que repartió un punto para cada equipo. Un empate que no le vale a ninguno, pero menos a un conjunto lerezano que fue muy superior a partir del descanso. Le faltó una vez más el gol. Una pólvora mojada que le aleja de la Copa

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