Nuevo día y nuevo cruce de reproches entre el PP provincial y el Gobierno de la Deputación. Si el pasado martes una treintena de alcaldes populares se plantaron en el Pazo Provincial para pedir a la presidenta de la institución, Carmela Silva, que atendiese sus solicitudes de reunión y Silva les respondió acusándolos de practicar un escrache, el miércoles se repitieron las críticas cruzadas.
El secretario general del PP de Pontevedra, José Manuel Cores Tourís, compareció en rueda de prensa para volver a pedir la tan ansiada reunión con la dirigente provincial. El popular dejó claro que los regidores de su partido van a seguir exigiendo ese encuentro para hablar del reparto de fondos a los municipios «a pesar da actitude prepotente e autoritaria da presidenta, que roza incluso a chulería», dijo. Tourís recordó que «as Deputacións están ao servizo dos concellos, sobre todo dos pequenos e medianos». Por ello, aseguró no entender por qué Silva «se nega» a mantener ese encuentro. «Non sabemos se é para coller méritos diante do seu xefe, o alcalde de Vigo, e seguir sendo a súa concelleira favorita, ou se é para liderar o PSOE. Que faga o que queira pero que faga o seu traballo e respecte aos alcaldes», sentenció.
Además, Tourís preguntó cuál es el motivo de que varias trabajadoras de la Deputación identificasen a los alcaldes que el martes se plantaron en el Pazo Provincial y pidió explicaciones a Silva sobre la finalidad de dicha «lista negra». También negó que la entrada de los populares en el Pazo fuese un «escrache», aunque Silva no tardó en responderle. Según ella, «non son eu quen lle chama escrache ao que fixeron. Chámallo a Lei Mordaza que aprobou Rajoy, que califica de escraches os usos indebidos das administracións públicas». Además, Silva afirmó que «non recibo nin admito presión de grupos de poder» y volvió a responsabilizar a Alfonso Rueda.
