MARÍN. El presunto homicida del marinense de nacionalidad marroquí en el barco ‘Príncipe das Marés’ ingresó ayer en prisión preventiva tras prestar declaración ante el Tribunal Comarcal de la isla de San Vicente, en Cabo Verde. Bonifacio Rocha alegó en su testimonio que en el momento de los hechos tuvo un episodio de alucinaciones, por lo que habría atacado a Noureddine Naciri, de 45 años, sin saber quién era y en qué circunstancias lo hacía.
Cabe recordar que la propia familia del acusado ya advirtió en los últimos días que este había estado ingresado por problemas psiquiátricos en un hospital de Senegal en una época en que residía en este país. Asimismo, su hermano, Antonio Martíns, declaró al diario on-line NoticiasdoNorte que Bonifacio sufría importantes problemas familiares y que había hablado en varias ocasiones de “poner término a su vida”.
Concretamente, según desvela el citado periódico, el sujeto aseguró ayer ante el juez que cuando se produjo el suceso “por razones de carácter psiquiátrico, estaba viendo alucinaciones: comenzó a ver imágenes de personas que le atacaban”. Asimismo, matizó que al intentar defenderse de esas imágenes agredió a una persona “sin percibir de quién se trataba y en qué circunstancia”.
Bonifacio Rocha, también de 45 años y de nacionalidad caboverdiana, explicó en su declaración que solo se dio cuenta de la situación cuando lo movilizaron y fue informado por los compañeros de que había asesinado a un tripulante de la embarcación.
Por el momento, el acusado aguardará cómo se desarrolla el proceso de instrucción del caso en la cárcel de San Vicente, después de que el juez decretara esta medida preventiva.
De todos modos, el Tribunal Comarcal de la isla ha solicitado una prueba médica por parte de los servicios de Psiquiatría del Hospital Baptista Sousa, que le permitirá concretar si el acusado padece perturbaciones mentales.
Con este informe en la mano el juez deberá decidir si mantiene a Bonifacio Rocha en la cárcel o si dicta otras medidas de seguridad complementarias.
En lo que respecta a la capacidad legal del tribunal caboverdiano para juzgar el caso, teniendo en cuenta que el crimen se cometió en aguas internacionales, a unas 500 millas al Sur de la isla de Fogo, en principio sus responsables han estimado que así es, de ahí que adoptase la medida de prisión preventiva para el acusado y siga adelante con la instrucción para tratar de aclarar completamente los hechos ocurridos hace una semana en el ‘Príncipe das Marés’.
Impotencia
La comunidad marroquí que reside en Marín y en los municipios de su entorno no da crédito a las noticias que llegan desde Cabo Verde, al tiempo que la impotencia y la frustración se ha apoderado de muchos de sus amigos. «No entendemos que pueda pasar una cosa así», indica un conocido suyo.
«Sabíamos que Noureddine no podía haber participado en ninguna pelea, porque su carácter lo hacía imposible, como hemos dicho desde el primer día, pero es muy triste y doloroso que haya perdido la vida de este modo», asegura otro amigo, también visiblemente afectado.
El fallecido llevaba embarcado en el mismo buque desde 1998 y era considerado en la empresa como de la familia, por lo que el trágico suceso ha provocado una enorme conmoción entre los trabajadores de la casa armadora con sede en Portimão.
La repatriación todavía no tiene fecha
La familia de Noureddine Naciri continúa esperando noticias sobre la fecha en la que podrá repatriar su cadáver. «Todavía no sabemos cuándo se hará», indica una fuente próxima a sus familiares, que están en contacto permanente con la casa armadora para recibir toda la información de que se dispone en la isla de San Vicente, en Cabo Verde.
La intención es que los restos mortales de Noureddine lleguen a Marín en los próximos días para que la familia que tiene en el municipio y la comunidad marroquí de la zona los puedan despedir. Posteriormente, la idea es que descanse definitivamente en su tierra natal, donde está su madre, dos hermanas y su prometida.
