Papel: desde el árbol hasta nuestras manos

Descortezo, astillado, cocción, lavado, blanqueo, secado y embalado son las fases por las que pasa la madera hasta ser pasta de celulosa

Proceso de fabricación de la pasta de papel
photo_camera Proceso de fabricación de la pasta de papel

Estamos acostumbrados a coger un trozo de papel y limpiar algo, sonarnos los mocos con un pañuelo, escribir en una libreta o usar un folio para imprimir pero, ¿cómo se fabrica este papel? ¿De dónde sale y por qué procesos pasa hasta acabar en nuestros manos?

El papel consiste en un tejido o entramado de fibras de celulosa presentes en las plantas, que pueden provenir de diferentes vegetales: algodón, madera, paja de cereales, caña de azúcar, etc., pero actualmente la mayor parte de la producción mundial proviene de la madera de los árboles. A la vez, un tercio del total de madera procesada en el mundo se emplea para la fabricación de pasta.

Cuando esa fibra se utiliza por primera vez se llama fibra virgen y cuando, a través del reciclaje, es recuperada y se vuelve a utilizar como materia prima para fabricación de papel la llamamos fibra reciclada. Pero, en realidad, se trata de la misma fibra en momentos diferentes de su ciclo de vida.
 

El papel consiste en un tejido o entramado de fibras de celulosa presentes en las plantas

 

Pontevedra cuenta con un centro de operaciones de Ence, que se encarga de llevar a cabo todas las fases del proceso. Todo comienza con la compra de la madera. La mayor parte de las explotaciones forestales con las que trabaja la factoría pontevedresa pertenecen a pequeños proveedores locales. Para producir una tonelada de pasta de papel son necesarias aproximadamente tres toneladas de madera.

En cuanto al tipo de árbol, el eucalipto es el que tiene la mejor madera para la fabricación de pasta de celulosa, debido a las propiedades que le aporta al producto final. En concreto, emplea el de la especie globulus, también conocido como blanco o común, una de las más valoradas por su gran calidad.

EL PROCESO. Una vez que la madera llega a la fábrica, la primera fase que se realiza en el proceso es la de descortezo y astillado. Aquí, la madera pasa a través de un tambor, donde pierde la corteza mediante frotamiento, que se aprovecha como biomasa. Gracias a la quema de la corteza, se genera vapor, que pasa a través de unas turbinas, produciendo energía eléctrica y calor que se utiliza en todo el proceso de fabricación.

A continuación, el tronco limpio es triturado hasta acabar convertido en pequeñas astillas, que deben almacenarse en varias pilas y se envían a un silo. Llegado este punto comienza el proceso de cocción, que tiene lugar en grandes digestores (contenedores cerrados, herméticos e impermeables dentro de los cuales se deposita materia orgánica) que contienen un líquido compuesto por agua, sosa y sulfuro de sodio a 170 grados de temperatura.
 

En el caso de Ence, el 90% de su producción se exporta, principalmente a países del norte de Europa

 

Durante la cocción se disuelve la lignina, principal componente de la madera que es un adhesivo resinoso que provee el apoyo estructural al árbol, quedando así libres las fibras de celulosa. Estas minúsculas fibras de un milímetro de longitud van formando la pasta, todavía de un color marrón por los restos de lignina. Para asegurar la uniformidad de la mezcla, un grupo de operarios dirige y controla el proceso de cocción y de generación de energía, en el que también se utiliza la lignina como biomasa residual.

El hecho de crear su propia energía hace que la pastera pontevedresa sea prácticamente autosuficiente en materia de energía y produce tanta como la que consumen más de 60.000 hogares cada año.

Posteriormente, la celulosa es sometida a un proceso de depuración, lavado con agua, preblanqueo y blanqueo, en el que se eliminan los restos de lignina e impurezas para obtener fibra blanca. En el blanqueo de la pasta, se utiliza oxígeno y agua oxigenada exclusivamente. De esta forma, se consigue mejorar la blancura, pureza y resistencia de la pasta. Aunque el proceso tradicional que se usó durante años para blanquear la celulosa fue el cloro, su uso producía efectos contaminantes en el medio ambiente, por lo que se ha dejado de emplear en las últimas décadas.

Finalmente comienza el proceso de secado y embalado. La pasta de papel resultante pasa por una serie de rodillos giratorios hasta adquirir la forma de tela. Posteriormente, es cortada en láminas, embalada para su comercialización y almacenada.

En el caso de Ence, el 90 por ciento de su producción se exporta, principalmente a países del norte de Europa y la mayor parte de la producción es convertida finalmente en papel tisú, si bien la pasta también es usada para realizar otras aplicaciones papeleras.

A partir de esta hoja de celulosa se fabricarán los diferentes tipos de papel: de impresión, de escritura o tisú, aunque aproximadamente la mitad de la producción de Ence se destina a producir papel tisú, un tipo de papel fino, absorvente, perfecto, por ejemplo, para la fabricación de papel higiénico, pañuelos o aplicaciones papeleras muy comunes en los hogares.

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