El PXOM impide construir viviendas en el rural

El Colegio de Arquitectos advierte de que la oferta de parcelas edificables en el extrarradio y las parroquias se ha agotado
Vista aérea de Pontevedra
photo_camera Vista aérea de Pontevedra

Construir una vivienda en el rural ha alcanzado la categoría de reto. Actualmente la práctica totalidad de las parcelas susceptibles de albergar una construcción, individual o colectiva, no cumplen los requisitos legales y las pocas que quedan libres o no están a la venta o lo están por precios desorbitados.

El Colegio Oficial de Arquitectos de Pontevedra advierte de que "el suelo de licencia directa está agotado" en el extrarradio y en buena parte de las parroquias del municipio pontevedrés. ¿La razón? El presidente de la entidad señala directamente al Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) en vigor, un documento aprobado en el año 1989 y que, a su juicio, "se ha quedado obsoleto". "En el centro se ha hecho una reforma, pero la zona periurbana y la del rural está sin definir. Es necesaria una urgente revisión del documento y, a la vez, es preciso dotar de mayor seguridad jurídica a los técnicos, porque en todos estos años ha habido varias modificaciones normativas (...). Es cierto que se han dado premios a la reforma urbana, pero el ayuntamiento no es solo el casco de la ciudad, es mucho más, y ahora mismo nos encontramos con un plan totalmente desfasado", denuncia Manuel Abelleira.

El Colegio incide en que la antigüedad del Plan limita la construcción en un sinfín de parcelas que actualmente no pueden obtener licencia por cuestiones de calificación o superficie. La inmobiliaria Leiro corrobora esta situación y asegura que en la actualidad no dispone de ninguna parcela a la venta en el rural pontevedrés que sea edificable. En algunos casos por cuestiones ligadas al Catastro y al Rexistro, pero en buena parte de los supuestos "por la falta de regulación urbanística". "No hay seguridad jurídica y eso nos afecta a todos. La gente no se atreve a comprar con la previsión de que una finca sea recalificada. El ejemplo lo tenemos en Vigo, donde había una preaprobación del Plan y se suspendió todo", indica el responsable de la agencia, José Luis Leiro.


Manuel Abelleira. Pte. del COAG en Pontevedra: 
"Se han dado premios a la reforma urbana, pero el ayuntamiento no solo es el casco de la ciudad y ahora mismo tenemos un plan desfasado
" 

José Luis Leiro. Inmobiliaria Leiro: 
"No hay seguridad jurídica y eso nos afecta a todos. La gente no se atreve a comprar
"

Bernardo Gómez. Inmobiliaria Michelena: 
"Hay parcelas en venta, pero no hay manera de edificar y la gente no se aventura a comprarlas"


El responsable de la inmobiliaria Michelena, Bernardo Gómez, es testigo de un contexto casi idéntico, hasta el punto de que su oferta también carece de fincas edificables en el rural. "Hay parcelas con un tamaño considerable que están a la venta en Lérez, Xeve, Mourente... Pero no hay manera de edificar en ellas y la gente no se aventura a comprarlas, no se comercializan". Gómez atribuye estas circunstancias a la "falta de regulación urbanística" y, muy ligado con esto, a la paralización del nuevo PXOM. "Si el Plan estuviera en revisión, igual se animaba algún comprador, pero tal y como están las cosas... En Marcón tenemos ahora mismo una finca a la venta a un precio ridículo y la gente no se atreve. Los clientes se están yendo a otros ayuntamientos, como Barro y Poio".

El nuevo Plan lleva paralizado desde 2012, cuando el Gobierno local decidió suspender los trabajos de tramitación. Fundamentalmente, la paralización tuvo lugar por dos motivos: la obligatoriedad de catalogar de los terrenos de Ence y Elnosa como suelo industrial (porque daría amparo urbanístico al complejo de Lourizán), y la Lei do Solo gallega, que el BNG considera "lesiva" para el desarrollo de su modelo urbano.

Además, se encuentra el escollo de la edificabilidad. El equipo nacionalista llegó a afirmar que la Xunta no solo no aceptaba la pretensión municipal de un crecimiento residencial de 30.000 viviendas, sino que obligaba a recortar la capacidad del PGOU en vigor, cifrada en 24.000.

Los grupos de la oposición formó hace algo más de un año una comisión para intentar desbloquear el documento, pero fue un pulso frustrado. Los representantes del BNG incluso plantaron la última reunión.

"ORDENAR LO QUE HAY". El presidente del Colegio de Arquitectos no se aventura a concretar las repercusiones que tendría la nueva Lei do Solo en las previsiones de edificabilidad. En todo caso, reitera la necesidad de redactar un nuevo documento "para reordenar lo que ya hay". "De lo que puedo hablar es de lo que contrasto como arquitecto y lo que veo es que en los núcleos rurales prácticamente no hay posibilidad de hacer nuevas viviendas con el planemamiento actual. Después de la crisis que hemos padecido durante los últimos diez años no estamos pidiendo más edificabilidad, y eso que sería lo más lógico, porque somos los primeros interesados en hacer proyectos y en que ciudad crezca. Lo que pedimos es ordenar sin la necesidad de aumentar el volumen de obra. Estamos viendo cómo ayuntamientos próximos están aprobando sus planeamientos y no pasa nada".

Además, Abelleira vuelve a instar al Concello a dejar fuera del futuro Plan la superficie que ocupa el complejo industrial de Ence-Elnosa. "Por una fábrica no podemos sacrificar el resto del concello", señala.

Esta opción también fue defendida por la oposición, aunque todavía persisten dudas sobre su viabilidad. Según las fuentes consultadas de la Xunta, aunque se omita la superficie que ocupan la pastera la clorera, regiría el proyecto sectorial vigente, esto es, el proyecto supramunicipal aprobado en tiempos de Fraga, que contemplaba la construcción de una fábrica de papel tisú en las inmediaciones de Celulosas (un plan abandonado) y que califica los terrenos como industriales.

El único obstáculo que ha desaparecido del escenario es el proyecto supramunicipal previsto para el futuro hospital de Monte Carrasco. El Concello tampoco se mostraba dispuesto a incluirlo en el Plan y finalmente no tendrá que hacerlo. El Ejecutivo gallego ha dado marcha atrás en su propuesta de dotar a Pontevedra de un nuevo hospital en Marcón y ha optado por ampliar Montecelo.

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