El Rey tiene que volver al quirófano

El Rey pasará nuevamente por el quirófano el próximo 3 de marzo, algo más de tres meses después de que se le implantara una prótesis en la cadera izquierda, para ser intervenido de una hernia discal por un neurocirujano, que ha prestado servicios médicos en la Guardia Real.

La intervención quirúrgica, que llevará a cabo en la clínica madrileña La Milagrosa un equipo médico dirigido por el doctor Manuel de la Torre Gutiérrez, obliga a Don Juan Carlos a aplazar la visita a Marruecos que tenía previsto iniciar el día 3 y que iba a ser su primer viaje al extranjero tras la operación de cadera, circunstancia que ha comunicado por teléfono a Mohamed VI.

Según ha indicado el Ministerio de Asuntos Exteriores, el jefe del Estado español ha explicado al monarca alauí en esa conversación los motivos del aplazamiento "y ambos han reafirmado la voluntad común de que esta visita se produzca lo antes posible, tras la recuperación de Don Juan Carlos de la intervención quirúrgica".

A RAÍZ DEL RECONOCIMIENTO MÉDICO ANUAL

El reconocimiento médico anual al que el Monarca fue sometido la semana pasada reveló la agudización de una antigua hernia discal y, tras estudiar su caso, los facultativos han decidido que el mejor tratamiento consiste en abordar esta operación, la undécima a la que se somete el Jefe del Estado desde los años ochenta. "Una vez concluidas las pruebas y exploraciones y realizado el estudio correspondiente, el equipo médico ha determinado que el tratamiento más adecuado para la hernia discal en columna lumbo-sacra y la estenosis de canal que padece el Rey es la intervención quirúrgica", señala el comunicado oficial con el que se ha anunciado la operación. La nota, firmada por el jefe del servicio Médico de la Casa del Rey, doctor Miguel Fernández Tapia-Ruano, especifica que la operación "tiene como objetivo la descompresión neurológica y la estabilización raquídea" de la lesión.

El especialista encargado de dirigir la intervención quirúrgica en La Milagrosa -clínica en la que pasa consulta- es doctor en medicina y cirugía y especialista en medicina del trabajo por la Universidad Complutense, así como diplomado en Neurocirugía desde 1993.

Ha sido profesor de Medicina en diversos centros médicos y academias civiles y militares, posee una amplia experiencia investigadora y, entre otros puestos, ha pertenecido al Servicio Médico de la Guardia Real y ha sido jefe clínico de Neurocirugía del Hospital Gómez-Ulla y jefe del Servicio de Neurocirugía de la Clínica La Milagrosa y del Hospital Beata María Ana de Jesús.

La pérdida progresiva de fuerza en las piernas provocada por una hernia discal es uno de los síntomas que induce a los médicos a operar este tipo de lesiones, según ha explicado a Efe el profesor de cirugía ortopédica y traumatología en la Universidad de Navarra Carlos Villas, quien ha subrayado que "nada ofrece mejores resultados que los que da la cirugía".

ENTRE MES Y MEDIO Y TRES MESES DE REPOSO
Estas intervenciones requieren un plazo de mes y medio a tres meses para que el disco cicatrice correctamente -durante ese tiempo, es recomendable no realizar actividad física ni doblar la cintura- y la rehabilitación posterior se basa en fortalecer la pierna que ha sufrido pérdida de fuerza, así como los músculos abdominales y los de la espalda, con la ayuda de una faja lumbar y un corsé.

La hernia discal supone la salida de un fragmento de un disco intervertebral que comprime el nervio adyacente y provoca dolor. Los discos de la columna vertebral cumplen la función de amortiguar la presión entre un hueso y otro, sirven de elemento de unión y dan estabilidad, pero a lo largo de la vida se van desgastando.

Una hernia discal en la columna lumbo sacra -la que padece el Rey- puede afectar al último o penúltimo disco de la columna. "Si la hernia está situada en el último disco, lo normal es que el paciente sienta un dolor que vaya de la nalga al talón por detrás de la pierna con sensación de hormigueo en los dedos pequeños del pie", indica Villas. Por el contrario, cuando afecta al penúltimo disco, el dolor se suele sentir por la parte de atrás de la pierna, fuera del muslo y la pantorrilla hasta el empeine, y provoca la sensación de tener el dedo pulgar dormido.

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