Seguro de decesos, ¿sí o no?

El sector de los funerales mueve más de 113 millones de euros al año en Galicia

Con 31.473 fallecidos en 2016, esta fue la segunda comunidad de España con mayor proporción de muertes ► El precio de un entierro sencillo ronda los 3.600 euros de media, aunque en casos como el de Vigo supera los 5.000
Imagen de un cementerio
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Ni siquiera morirse sale barato. De hecho, en algunas ciudades gallegas un funeral de rango medio cuesta tanto como un coche. En Vigo, por ejemplo, el precio de un entierro tradicional oscila entre 5.000 y 7.000 euros, uno de los más caros del país.

Con tales tarifas no es de extrañar que la industria funeraria moviese el año pasado 1.430 millones de euros en España, emplease a 11.126 trabajadores y diese de comer a 1.404 empresas, según la Asociación Nacional de Servicios Funerarios (Panasef). Una parte de esas cifras se quedan en Galicia, concretamente, algo más de 113 millones de euros, y eso sin contar lo que mueven los seguros de decesos.

Aunque suene tétrico, lo cierto es que se trata de un negocio con clientela asegurada, sobre todo en el territorio gallego.

De acuerdo con el INE, el año pasado este fue el segundo territorio de España con mayor tasa de mortalidad (11,69 defunciones por cada mil habitantes), solo superado por el Principado de Asturias (con 12,72). El IGE precisa que en la comunidad autónoma gallega fallecieron en 2016 un total de 31.473 personas (12.521 más de las que nacieron). La provincia con más decesos fue A Coruña (12.486), seguida por Pontevedra (9.259), Lugo (5.139) y Ourense, (4.589) y en todas ellas el saldo vegetativo fue negativo.


Los tanatorios han proliferado tanto que actualmente la proporción es de 6,3 salas velatorias por cada cadáver 


Lo peor es que, según las proyecciones de población del INE, si continúa la tendencia actual Galicia perderá 230.722 habitantes en los próximos 15 años y el índice de envejecimiento proyectado para 2031 se sitúa en el 232,7%, lo que significa que, en esa fecha, por cada cien menores de 20 años habrá casi 233 mayores de 64.

Valorando estos datos, la ecuación parece bastante sencilla, sobre todo si se tienen en cuenta los costes de los servicios funerarios.

Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el precio medio de un sepelio sencillo ronda los 3.600 euros, si bien hay grandes variaciones dependiendo de la ciudad o del pueblo en el que se lleve a cabo.

En Pontevedra, la tarifa se mueve entre los 3.500 y los 4.000 euros (tal y como señala Naír Fernández, gerente de Seguros Ferco 2000), y en Lugo y A Coruña está entre 3.000 y 4.000 euros.

Panasef precisa en su informe anual que la mayor parte del gasto se lo llevan el ataúd, los traslados del difunto, las instalaciones para el velatorio, la coordinación de ceremonias, los permisos administrativos, la gestión del certificado médico, la inscripción del fallecimiento en el Registro Civil, la gestión con aseguradoras, la tanatoestética y tanatopraxia... Todas estas cuestiones acaparan el 49% del presupuesto y a ellas hay que sumar las tasas del cementerio o la cremación (que representan el 19% del coste total), los gastos complementarios como la iglesia, las flores, la lápida y las esquelas (que suponen el 15%) y los impuestos (que se llevan el 17% del global, pues el IVA sigue siendo del 21%, aunque el Congreso ya aprobó su reducción hace meses). Y es que son muchos los agentes que intervienen y que cobran cuando muere una persona: funerarias, floristerías, marmolistas, prensa y radio, taxistas y empresas de autobuses, cementerios o crematorios, Iglesia, Administración pública, forenses e incluso restaurantes.

Más detalladamente, el precio de un ataúd puede oscilar entre 500 y 3.000 euros, tal y como precisa Funeraria Palacius SL, la más antigua de Pontevedra, que lleva en funcionamiento desde 1927. El del cementerio, y a veces también el del tanatorio, suele responder a tasas que establece el concello o la entidad encargada de su gestión y varía mucho de unos casos a otros. En Lugo, por ejemplo, la tasa por inhumación en un panteón supera los 150 euros, mientras que hay localidades que prestan este mismo servicio de forma gratuita. Según la OCU, el alquiler del tanatorio no suele bajar de entre 500 y 700 euros al día.

El presupuesto final no varía demasiado aunque se opte por la cremación, ya que se eliminan algunos gastos como el enterrador o el nicho (si las cenizas no se depositan en el cementerio) pero se producen otros. Con todo, el número de familias que optan por este método es cada vez mayor.

CREMACIONES. En España, el año pasado fueron convertidos en ceniza el 40,33% de los fallecidos y la Asociación Nacional de Servicios Funerarios estima que en 2025 dicha opción alcanzará al 60% de la población. Para cubrir esta demanda, el país dispone ya de 380 hornos crematorios, la cifra más alta de toda Europa.

En Galicia el porcentaje de incineraciones también se va incrementando, aunque no a un ritmo tan veloz. Según explica Naír Fernández, «en ciudades como Pontevedra, al no tener una incineradora, hay que hacer el procedimiento en Vigo, Ponte Caldelas o Vilagarcía, y eso influye. En Madrid o Barcelona las cremaciones están aumentando a nivel exponencial. En Galicia también se realizan cada vez más, pero vamos más lentos».

Lo que sí crece como la espuma es el número de tanatorios. Según Panasef, actualmente en España hay 2.429 instalaciones de este tipo, que suman 7.050 salas para una media de 1.120 fallecidos diarios. Esto implica que existen 6,3 salas velatorias por cada muerto. En Galicia, el boom de apertura de tanatorios también ha sido tal que es muy raro el municipio que no dispone de al menos uno.

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