La sede de la Confraría de Pescadores San Andrés de Lourizán fue ayer el escenario de una reunión en la que la situación actual de la ría de Pontevedra fue el tema principal. El encuentro, que congregó a representantes del sector marisquero, dirigentes políticos y responsables de Augas de Galicia, sirvió para que los pósitos instasen al organismo dependiente de la Xunta de Galicia a que mejore el saneamiento en la zona.
En la cita quedó patente que uno de los entornos que más preocupa a los profesionales del sector es el de As Cocheiras. Así lo reconoció la presidenta de la Asociación de Mariscadoras de A Pé de la Confraría de San Telmo de Raxó, Marina Buceta. La dirigente reconoció que el lugar "atópase cada vez en peor estado. Os problemas se prodúcense tanto no inverno como no verán. Deixamos claro que é necesario que Augas de Galicia actúe".
Los responsables del departamento autonómico se comprometieron a elaborar un estudio sobre las canalizaciones de los concellos. Está prevista una nueva reunión en abril para concretar la tarea. Los colectivos marineros ven con buenos ojos esta actuación, pero hacen hincapié en la importancia de que los técnicos tomen cartas en el asunto cuanto antes. Tal y como explicó Buceta, "é positivo que se faga o estudo, pero tardará dous ou tres anos. Necesitamos resultados a curto prazo, porque, do contrario, a este paso teremos a ría pechada en menos de seis anos", advirtió la vicepatrona del pósito de Pontevedra, una opinión que comparte la patrona mayor de Lourizán, Carmen Vázquez, que se mostró especialmente preocupada por los vertidos que se registran en As Cocheiras. En la reunión también estuvieron presentes el presidente de la Autoridad Portuaria, José Benito Suárez Costa, y los alcaldes de Vilaboa, Marín y Poio. Este último, Luciano Sobral, también mostró su preocupación por el estado de la ría. "Somos varios os concellos que vivimos do marisqueo e do turismo. É importante que exista predisposición para mellorar o saneamento", aseveró.
La reunión, que se prolongó durante más de dos horas, tuvo algún que otro momento de tensión. Uno de ellos se produjo cuando salió a colación el vertido controlado realizado por la Xunta hace algunas semanas, una actuación muy criticada por el sector. Los responsables de Augas de Galicia insistieron en que la medida era necesaria para realizar tareas de mantenimiento.
