El trabajador de Poio en huelga de hambre, denunciado por amenazas

De una huelga de hambre a un más que probable proceso judicial. Las medidas de protesta tomadas por Manuel Pérez Pazos, que en la mañana del pasado lunes inició una huelga de hambre a las puertas de la fábrica de punto textil de Liñares, parece que, lejos de servirle para obtener el pago de las nóminas que se la adeudan, no han hecho más que causar un gran malestar entre los responsables de Stylmalla SL, que tienen previsto acudir a los tribunales y acusar a su todavía empleado de un delito de injurias y calumnias.

Las acusaciones vertidas por este vecino de Poio han sido rápidamente rebatidas por el máximo responsable de la empresa, Francisco Javier Lois, quien ayer tildaba de «circo» y «sarta de improperios» los argumentos esgrimidos por Manuel Pérez, que continúa en sus trece de habitar en su vehículo, estacionado a las puertas de la fábrica, y no ingerir alimento alguno hasta que «me paguen lo que me deben».

No obstante, la protesta puede salirle muy cara. Y es que el propietario del negocio ya ha interpuesto una denuncia contra su empleado ante la Guardia Civil. En un primer momento se creyó que esta demanda se debía a que Manuel había entrado en las instalaciones de la fábrica a pesar de estar de baja. Sin embargo, Francisco Javier Lois aclaró ayer a este periódico que «lo he denunciado porque ayer (por el lunes) amenazó a mi padre, que vive muy cerca de nuestro negocio».

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