El Tribunal defiende que Baena era un ''depredador sexual'' con un ''plan preconcebido''

La Audiencia de Las Palmas considera probado que el principal acusado en el caso Kárate, Fernando Torres Baena, se comportó con los alumnos de su academia de artes marciales como "un depredador sexual" y organizó con ellos "auténticas orgías" sin importar su edad o género.

Así consta en los hechos probados de la sentencia que está leyendo su magistrado ponente, Salvador Alba, que constata que Torres Baena, excampeón nacional de kárate, se aprovechó de su "condición de héroe deportivo" y de su "ascendencia emocional" sobre sus alumnos, muchos de ellos menores de edad, para "doblegar su voluntad" y satisfacer con ellos sus "deseos lúbricos".

El tribunal también considera acreditado que participaron en ese tipo de prácticas su esposa, María José González, y la monitora Ivonne González, pero no así el cuarto acusado, Juan Luis Benítez, que probablemente será absuelto, en virtud de esta declaración.

La sentencia entiende que Torres Baena, su esposa e Ivonne González seguían un "plan preconcebido" para abusar de un grupo de alumnos, a los que presentaban como "los elegidos".

Los procesados generaban "miedo y respeto" sobre sus alumnos, a los que "abroncaba" y obligaba a "entrenar horas y horas" si se negaban a mantener relaciones sexuales. "El acceso de los acusados a las relaciones sexuales no se producía de modo inminente o espontáneo, sino que con carácter previo eran sometidos a charlas sexuales por parte de Fernando Torres Baena y María José González", continúa el relato judicial.

Torres Baena, asegura el magistrado ponente, captaba a sus víctimas "desde muy temprana edad" e instruía a sus elegidos sobre cómo "como la práctica del sexo en el más amplio sentido de la palabra", con todo tipo de prácticas, heterosexuales, homosexuales, o en grupo, "mejoraría su vida" y les haría "mejores luchadores". También aprovechaba su ascendencia como sensei (maestro de artes marciales) de prestigio internacional para anular los vínculos con sus familias, diciéndoles que sus padres "no eran nada".

La sentencia estima probado que Torres Beana organizó una estructura "marcial" y "jerarquizada", en la que "nadie osaba discutirle" y la que las procesadas Ivonne y María José González colaboraban a "doblegar la voluntad de las víctimas".

Las dos mujeres "tenían una clara ascendencia sobre los menores", como "mano derecha del sensei", sin que puedan alegar que se limitaban a cumplir las órdenes de Fernando Torres Baena en contra de su voluntad. "Antes bien, María José e Ivonne tenían iniciativa en la práctica de esas relaciones sexuales", añade el fallo.

La Audiencia de Las Palmas entiende que las víctimas de estos abusos fueron sometidos a todo tipo de prácticas, desde "sexo anal con Torres Baena hasta tríos, cuartetos o sexo indiscriminado".

El tribunal considera que esas prácticas se prolongaron durante unos 20 años, en una dinámica que hubiera sido "imposible" sin la colaboración de las dos procesadas con Fernando Torres Baena.

Fernando Torres, María José González e Ivonne González son, por ello, coautores de múltiples delitos de abusos sexuales, ha adelantado el magistrado ponente.

Respecto a los cargos de corrupción de menores, el tribunal sólo declara culpable a Torres Baena, al estimar que ese delito sólo lo puede cometer quien organizaba los encuentros sexuales.

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