El voto emigrante da al PSOE un escaño decisivo para gobernar en Asturias

La posibilidad de que Asturias cuente con un gobierno de izquierda en la nueva legislatura se ha decidido hoy por un margen de 52 votos, que han sido los que les han sobrado a los socialistas para obtener su decimoséptimo diputado, en detrimento de Foro, que se queda así con doce.

Con estos 17 diputados del PSOE, que fue el partido ganador, y los cinco que ha obtenido IU en las elecciones del domingo, la izquierda asturiana consigue tener igual número de diputados que el centro-derecha, ya que Foro se ha quedado con 12 escaños y el PP con diez.

La llave de la gobernabilidad se encuentra, por lo tanto, en el diputado de UPyD, Ignacio Prendes, que ya ha anunciado hoy que apoyará un gobierno estable del que no formará parte.

Esta es la primera vez en Asturias que el voto de los emigrantes puede decidir el próximo gobierno de la comunidad, pese a que la participación de los residentes ausentes se ha visto notablemente reducida desde la última reforma de la Ley Electoral.

En estos comicios, tenían derecho a voto 89.793 asturianos residentes en el exterior, de los que finalmente lo solicitaron un total de 4.826, de los que 2.863 lo han hecho finalmente.

Esta cifra queda lejos de los más de 22.000 que se llegaron a escrutar de la emigración asturiana en algunos comicios anteriores, según han señalado a EFE fuentes de la Junta Electoral.

El hecho de que, desde la reforma electoral que impulsó el PSOE en la última legislatura, el voto de los emigrantes sea rogado ha disminuido su participación en estos comicios.

En esta ocasión, a pesar de la baja participación registrada, la pequeña diferencia de votos que separaba al PSOE del partido de Francisco Álvarez-Cascos en una de las tres circunscripciones en las que se divide Asturias, sus votos sí que han sido decisivos.

En concreto, los socialistas debían sacar en la circunscripción occidental 172 votos más que Foro y, a partir de esa cifra, ir acumulando tres sufragios nuevos por cada dos que obtuviera la formación del presidente en funciones de Asturias.

Así, según los cálculos que habían hecho PSOE y Foro teniendo en cuenta la ley D'Hondt que se aplica para el reparto de escaños, si el partido de Cascos hubiese tenido 44 votos, el PSOE hubiese necesitado tener un mínimo de 238, pero si lograba 70 sufragios, los socialistas deberían haber sacado 278 para que el diputado en disputa cambiase de signo.

Al final, de los 573 votos recibidos en la circunscripción occidental de los emigrantes, el PSOE consiguió 290 y Foro 44 por lo que, en función de esa ley D'Hondt, a los socialistas les han sobrado sólo 52 votos.

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