Emigrante retornado:«Pagamos os impostos, mandamos as divisas a España e queren roubarnos»

VILAGARCÍA. «Saímos para mellorar, limpamos un pouco España, porque viviamos en casuchas con terra, area, cans e gatos, pagamos os nosos impostos e agora queren desfalcarnos», denuncia Dios Agra, un hombre de A Illa de Arousa que a sus 75 años mantiene que el Ministerio de Hacienda no tiene motivo para reclamarle 1.884 euros, después de haber abonado 884 en su última declaración de la renta.

Su caso es similar al de otros emigrantes que desafiaron ayer el fuerte viento y la intensa lluvia para concentrarse frente a la delegación de la Agencia Tributaria en Vilagarcía y exigir al Gobierno que retire todas las reclamaciones económicas presentadas. Agra agrega que con su pensión también tiene que ayudar a los nietos que le dieron sus cinco hijos.

A Antonio rey no le llegó la carta, peor sabe que cualquier día se la entregarán en su domicilio de O Grove o tendrá que ir a buscarla a la oficina de Correos. Tiene 73 años. Como Dios Agra, trabajó en Alemania, en tierra y como marinero. «Pagamos os impostos, mandamos as divisas, España púxose ben grazas a nós e agora nos quérennos roubar o que non temos», lamenta.

Mientras esperan la llegada de la persona encargada de traer las pancartas, los afectados aguardan bajo la cubierta de las instalaciones del Instituto Social de la Marina y firman al pie de un folio una misiva que será enviada al ministro de Economía, Cristóbal Montoro.

«A min non me reclamaron nada, pero estou aquí para apoiar aos meus compañeiros», expone un vilagarciano que trabajó durante dos años en Holanda y solicita mantenerse en el anonimato.

María Teresa, conocida en A Illa de Arousa como A de Porráns, forma parte del numeroso contingente de emigrantes que trabajaron en las factorías conserveras de la ciudad de Cuxhaven (Alemania), donde su marino estuvo empleado como marinero.

Multas

Expone que le quedó una pensión de 200 euros y Hacienda le exige que entregue 4.000, además de obligarla a pagar una multa cuya cuantía no precisó. «Non pedimos nada que non sexa noso, polo menos, que nos quiten as multas», reclama.

1.850 euros es el pago que le exigen a un hombre de A Illa que pide no ser identificado. 1.000 en concepto de impuestos, 600 de multa y los otros 250 por intereses de demora. Trabajó trece años en Bruselas en diversas actividades laborales y tiene 69 años. «Queren tratarnos como se fósemos ladróns, cando son eles os que rouban e non lles pasa nada. Nós fomos traballar e levantamos este país e agora queren quitarnos os cartyos cops que temos que darlle de comer aos nosos netos e ata ós fillos», comenta rabioso.

Cuando llegan las pancartas, los concentrados, la mayoría personas de edad avanzada, se dirigen hasta la fachada de la Agencia Tributaria. Hacen sonar las bocinas, reclaman justicia y aseguran que no se rendirán.

Xosé Leirós dice que aún faltan muchas cartas por llegar

Xosé Leirós, un vilagarciano que actúa como portavoz de los afectados en la comarca de O Salnés, advierte de que lo que está sucediendo «non é unha arroutada que lle deu a Montoro nun día de mala leche», sino que se trata de una campaña sistemática para conseguir ingresos que todavía esté en sus inicios, porque cifra entre 250.000 y 300.000 el colectivo de emigrantes retornados de Galicia que todavía no recibió la carta con la reclamación económica.

Subraya que la alarma creada en el inicio, que afectó a los vecinos de O Morrazo, hizo que Hacienda espeaiase el envio de misivas, además de no hacerlo en la misma remesa a grupos amplios que viven en los mismos municipios. «Eu aínda non entrei no bombo da sorte», dice irónicamente Leirós, pero no duda que también será llamado a pagar.

El portavoz de los afectados mantiene que es una injusticia que deban pagar quienes tienen dos pagadores y cobran más de 11.200 euros anuales, cuando aquellos que perciben 22.000 de uno solo están exentos de la obligación de hacerlo.

Comentarios