Empieza a funcionar la batea de Aldán, que recibe el marisco del banco de Os Praceres

Los mariscadores han empezado a utilizar la batea de Aldán, a la que han trasladado marisco procedente del banco de Os Praceres (Pontevedra), unos cinco años después de que se hubiera mariscado por última vez en frente a la fábrica de ENCE en la ría pontevedresa al estar sus aguas catalogadas como zona C.

Tres grados de temperatura marcaba el termómetro a primera hora de la mañana de este lunes cuando un centenar de mariscadoras, enfundadas en sus trajes de neopreno, metían sus pies en el agua para con sus rastrillos extraer el molusco.

Después de tres horas de faena, y una vez cubierto el cupo, se procedió a la criba y selección del marisco, para a continuación guardarlo en cestas de diez kilos de peso.

Perfectamente apiladas en grupos de sesenta cajas, se introdujeron luego en las correspondientes jaulas en las que durante cinco días, permanecerán sumergidas en la ría de Vigo.

La Cofradía de Os Praceres ha sido la primera en estrenar esta batea, aunque la instalación está abierta para el uso de todas las cofradías de las Rías Baixas previa solicitud de autorización de la Xunta, que es la administración titular de la misma.

La previsión, según han indicado, es que el marisco de Os Praceres se traslade a la depuradora dos veces al mes, aunque esta periodicidad puede variar en función de los días de marisqueo fijados y de la participación de otros pósitos en esta experiencia.

La patrona mayor de la Cofradía de Lourizán, Carmen Vázquez, ha explicado que ahora su preocupación es la acogida que este producto tendrá entre los compradores en lonja, el próximo jueves.

INCERTIDUMBRE

''Nuestra incertibumbre es la venta, a ver como los compradores aceptan esta mercancía que será de zona A. Porque el marisco va a estar controlado de manera mucho más exhaustiva que el resto de marisco y tendrá las máximas garantías para el consumo'', ha señalado la patrona mayor.

Los técnicos de la Xunta supervisaron este lunes en el banco de Os Praceres cada uno de los pasos que se iban dando, precintando las jaulas que se sumergieron en la ría y anotando las pesadas.

Este pósito había sido el elegido para probar si la batea funcionaba y calcular cuánto tiempo era necesario para su depuración. La conclusión de la Xunta es que en cinco días ya hay total seguridad de que el marisco está libre de coliformes.

Carmen Vázquez espera que si la experiencia es exitosa se puedan ampliar el número de trabajadoras en esta cofradía, ya que desde hace doce años no se conceden nuevos permex, ''hace cinco años éramos 500 y pico mariscadoras y ahora somos 300, todos los años se van jubilando compañeras''.

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