Pescadores de Aguete: «En aquel tiempo no había otra cosa»

Fernando Villegas y José Area, ayer en la Alameda de Seixo.
photo_camera Fernando Villegas y José Area, ayer en la Alameda de Seixo.

‘Socios de Honra’  La Asociación de Pescadores Chirleu aprovechará su asamblea anual, que celebra esta tarde, para homenajear a dos de sus socios de mayor edad, Fernando Villegas Juncal y José Area Ferradanes, ambos nacidos en Aguete y con trayectorias vitales muy similares, en las que el trabajo en el mar ha sido el principal protagonista.

El mar ha sido históricamente la principal fuente de riqueza y empleo en Marín y en la comarca de O Morrazo. En parroquias como Seixo y lugares como Aguete la gran mayoría de sus hombres dedicaron durante décadas su vida a la pesca, tanto de bajura como en alta mar. No es que fuera una salida atractiva, más bien al contrario, pero pasaba de padres a hijos casi de forma automática.

Eso fue lo que le sucedió a Fernando Villegas Juncal (O da Vena) y a José Area Ferradanes (Area), dos hombres que ya cumplidos los 77 años recibirán hoy un cálido homenaje de sus compañeros de la Asociación de Pescadores Chirleu de Aguete, que les designarán como ‘Socios de Honra’ de la entidad social. Ambos fueron fundadores hace ya algunos años de Chirleu, un colectivo que defiende los intereses de los pescadores, sobre todo los ya jubilados, de la zona, y esta tarde sentirán el cariño de sus compañeros y recibirán una placa conmemorativa.

Fernando y José tienen tras de sí trayectorias vitales muy similares. En los dos casos , tras su infancia en Aguete, se iniciaron como marineros a los diez años, con tareas en la pesca de bajura hasta que, con 14, obtuvieron la ‘libreta’ y ya pudieron optar a empleos con una mayor remuneración.

En el caso de José prefirió quedarse en la flota del arrastre, que pasaba casi cada día por el puerto para descargar las capturas, para más adelante dedicar una gran parte de su vida a la pesca en Canarias y rematar en Gran Sol. Mientras, Fernando optó por ir a Gran Sol en sus inicios, pasando luego por Terranova, a la pesca del bacalao, y otros oficios.

«Mi primer sueldo fue de 467 pesetas por un mes de trabajo», recuerda Area. En el caso de Fernando, aunque no recuerda con exactitud el montante total, señala que «cobraba 320 pesetas de sueldo base y con el porcentaje de la pesca llega a las 900 o 1.000 pesetas».

«Dedicamos toda la vida al mar, desde pequeños, ya que aquí no había otra cosa», señala José, a lo que su compañero añade que «para mí fue una obligación, ya que mi padre y mis hermanos eran marineros y a mí también me llevaron con ellos. Era algo natural en aquel tiempo, así que nadie se extrañaba».

Sin embargo, los dos homenajeados no guardan los mismos recuerdos de su trayectoria profesional. Mientras Fernando admite que «una vez que empecé y fue pasando el tiempo me gustó y la verdad es que anduve contento al mar durante toda la vida», José puntualiza que se dedicó a este oficio «por obligación, ya que antes no se elegía por devoción». En este sentido, recuerda que era una época de grandes necesidades, que en el caso de su familia se agravaron por el fallecimiento de su padre cuando él tenía seis años. «Se pasaba mucha hambre y la alternativa que teníamos para empezar a trabajar en el pueblo era ir al mar, por eso se empezaba de este modo con tan corta edad».

A la pregunta de si en algún momento pensó en cambiar de trabajo, José matiza que «con 34 años logré ir a la escuela y prepararme para patrón, y con esa edad ya no había ninguna posibilidad de buscar otras cosas, que como mucho se podía ir de peón y pasar todavía más necesidades».

Lejos de casa

En cuanto a la familia, los dos coinciden en señalar que «al final, acabas acostumbrándote a estar lejos, y también los que están en tierra, aunque te echen de menos, tuvieron que admitirlo y aprender a vivir de este modo». José recuerda que trabajo en el primer gran congelador español que acudía a la pesca del pulpo en Canarias: «En aquella ocasión estuve ocho meses sin venir a casa», resalta, aunque incidiendo junto a su compañeros en que las campañas de cuatro o seis meses eran habituales.

Fernando tiene tres hijos y José cuatro. De ellos se perdieron gran parte de su vida, desde su nacimiento, sus primeros pasos, su infancia e incluso la adolescencia. «Era algo duro, pero al menos las mujeres y los niños tenían comida, vestido y juguetes», se conforman ambos. «En algunos casos, cuando vimos a los hijos ya casi andaban...», exclaman.

Uno de ellos recuerda todavía como uno de sus pequeños le preguntaba a su madre por qué su padre no se iba a dormir al barco como siempre. «Alguna vez le traje un juguete y el niño le pedía a su madre que lo cogiera para dárselo en vez de cogerlo de mi mano», indica Fernando, para añadir que «era mucho tiempo fuera de casa y para los chavales era una eternidad».

Los dos creen que la actual crisis va durar bastante y que será muy complicado salir de ella. «Va a costar muchísimo porque no hay más que corrupción política», indica José, algo que completa su compañero de forma pesimista añadiendo que «se va a salir, aunque llevará tiempo y es probable que yo ni lo vea».

En la actualidad emplean su tiempo en descansar, disfrutar de la familia y acercándose al muelle de Aguete. Fernando matiza que «todavía salgo a pescar muy a menudo, creo que soy de los que más cojo el barco», ya que se entretiene y encima trae algún pescado fresco para comer. El último temporal en Aguete les sorprendió bastante: «Nunca había visto nada semejante aquí», añade Fernando.

Salarios

El primer sueldo mensual de José Area fue de 467 pesetas, mientras que Fernando recuerda que llegaba a las 1.000 pesetas

La familia

«Las mujeres y los hijos tenían que acostumbrarse a nuestra ausencia. Al menos tenían para comer, vestirse y juguetes»

Tradición

«La mayoría de los padres y hermanos eran marineros, por lo que lo natural era que con diez años empezases a ir al mar»

Renovación de la junta directiva

La Asociación de Pescadores de Aguete Chirleu celebrará esta tarde su asamblea general anual, en la que, entre otros asuntos, se abordará la renovación de la junta directiva, que actualmente preside Juan González. La cita será a las 19.30 horas en primera convocatoria y a las 20.00 horas en segunda en el local que el colectivo tiene en el puerto de la localidad.

En el orden del día se incluye la lectura y aprobación, si procede, del acta de la reunión anterior, así como el estado de cuentas y un informe del tesorero y un balance de las actividades del presidente.

Finalmente, como ya es tradición en la entidad, se procederá al nombramiento de socios de honor, en este caso, Fernando Villegas y José Area.

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