El concejal socialista de A Lama y responsable de la Asociación de Vecinos de Xesta, Enrique Vaqueiro, reiteró ayer su petición de que se expulse a la banda de extranjeros que robó en 42 ocasiones en viviendas de A Lama.
Vaqueiro, que comparecerá ante el juez el próximo día 19, en calidad de perjudicado, recordó ayer que los vecinos de A Lama piden que se tramite la orden de expulsión para los integrantes de esta banda.
Es el sentir mayoritario de la sociedad lamesa, sostiene, para el caso de que «los presuntos responsables no reconozcan el daño provocado, no muestren el mínimo arrepentimiento ni consideren un reparo por los daños causados».
Vaqueiro participará en el proceso judicial porque una de las viviendas afectadas por los robos era la de sus padrinos, emigrados en México, y él tuvo que asumir la tarea de denunciar el suceso y de participar en el proceso de recuperación de los bienes incautados a los ladrones una vez que estos fueron detenidos.
El concejal generó una gran polémica al pedir más medios e incluso la dimisión del subdelegado del Gobierno, ante la oleada de robos que padeció el municipio, y aún hoy sostiene que «los responsables debieron haber actuado antes, en vez de discutir si eran 20 o 40 robos. La Guardia Civil de Ponte Caldelas sólo tenía once efectivos y no eran suficientes para todo. Al final hubo 42 robos. Yo los contabilicé, en una casa entraron tres veces».
«Lamento profundamente que no se hayan asumido responsabilidades políticas, cuando se nos mintió sobre el número de robos», recalcó.
El portavoz de los vecinos de Xesta recuerda que «la oleada de robos tuvo a todos los vecinos en jaque, incluso a los que no residen en el municipio, que estaban terriblemente preocupados. Al final, las investigaciones sirvieron para detener a una banda organizada y desde entonces no hubo más robos. Era un grupo que descubrió que era fácil actuar en A Lama y no nos dejaba».
Vaqueiro apunta que es imposible calcular cuánto pudieron robar los integrantes de esa banda. «Los afectados pudieron recuperar algo, pero no todo. Se robaron joyas, se robó dinero, y no aparecen todas las piezas que faltaron», señaló.
La banda desarticulada tenía doce integrantes, de los que nueve fueron a prisión. Se les imputan más de 30 robos con fuerza, en los que se llevaron todo tipo de efectos personales y dinero de casas de A Lama. En una de ellas consiguieron hasta 40.000 euros. Los efectos robados eran revendidos en tiendas de oro en Vigo.
