En una de sus numerosas intervenciones durante un Pleno celebrado el 18 de enero de 2003, el alcalde de Vilanova, Gonzalo Durán, tuvo que aplacar al concelleiro Julio Varela, cuando se disponía a quitarse la chaqueta para enfrentarse al edil del PSOE Rodrigo Santiago, después de que éste hubiese sido expulsado de la sala. Sus compañeros socialistas también se marcharon, en una circunstancia que era habitual en aquella época.
No era la primera vez que Julio Varela, nacido en 1937, se mostraba dispuesto a zanjar por las bravas controversias surgidas en el debate político, aunque nunca llegó a suceder tal cosa. Parco en palabras, durante varios mandatos fue el hombre de confianza de Gonzalo Durán y responsable de Urbanismo. «JulioVarela es más de derechas que yo», llegó a comentar el regidor.
Su presencia en la Corporación municipal de Vilanova se remonta a la recta final del franquismo, cuando fue elegido a dedo, en 1973, y desde entonces sus vecinos no le fallaron nunca. En el Consistorio vivió, desde diferentes puestos de responsabilidad, todos los acontecimientos históricos de las cuatro últimas décadas.
Uno de los episodios más sonados fue la quema del barco de ‘Chiquita’, un alcalde de mandato fugaz que dejó paso a una etapa socialista en la que floreció el contrabando de tabaco y Vilanova se inundó de cocaína, cuyo consumo acabó con una generación de jóvenes. También vivió la segregación de A Illa de Arousa.
Siempre discreto, asistió a los plenos convulsos en los que los vecinos hacían oír sus protestas, especialmente aquellos en los que se debatieron asuntos de índole urbanística, de los que era habitual que fuesen expulsados los ediles de la oposición.
Cuando los concelleiros del PSOE y BNG bajaron la guardia, ante la sucesión de mayorías absolutas del PP, Julio Varela pasó a un segundo plano.
En 2013 se apartó totalmente de la actividad municipal después de sufrir un accidente de tráfico, y el miércoles envió un escrito al Concello que ayer leyó Gonzalo Durán. Tan conciso como siempre, argumentó que su renuncia obedece a motivos de salud.
Mónica Charlín ocupará su plaza y Adrián Baños será el candidato de su parroquia, Tremoedo, en las próxima selecciones. «Los concelleiros y el alcalde le estamos muy agradecidos y le deseamos que siga disfrutando de la vida y machacándonos con su ironía», dijo Gonzalo Durán.
