''Es muy difícil colgar carteles como los que estamos viendo en Pontevedra''

José Manuel Quintas Hernández durante la charla (Foto: Guille López)
photo_camera José Manuel Quintas Hernández durante la charla (Foto: Guille López)

PONTEVEDRA. Aunque la tradición taurina de la familia Quintas se remonta a más de hace medio siglo, esta será la primera vez que José Manuel Quintas Hernández visite la Feria de Pontevedra. Gracias a la Coordinadora de Peñas Taurinas y al primo del ganadero que los puso en contacto, ayer se organizó una charla en el Café-Bar Carabela, donde el empresario tuvo la oportunidad de hablar sobre la cría del toro bravo, su comportamiento, de los cambios que ha habido en el toreo y sobre lo que se busca en el animal.

Quintas explica que ahora interesa un toro "que tenga un poquillo más de pasta". El ganadero compara la experiencia a la de cualquier otra empresa que quiere una oferta que satisfaga al público, solo que en su caso el producto con el que se trabaja es un astado en el campo. El ideal es un animal bravo, que sepa dar espectáculo, pero que "cumpla la nobleza que hay que buscar en la muleta". Frente a los "mono-toros" de hasta hace poco, más mecánicos, resulta más atractivo un toro que sepa aprender y que "exija más al torero que tiene delante".

José Manuel Quintas Hernández admite que cuando uno forma parte de un negocio que se remonta a generaciones atrás, el interés particular por el arte taurino y los animales que lo hacen posible no es algo que se gana, sino que es algo con lo que se nace. A la edad de 7 años ya estaba toreando por los pueblos, una afición de la que confiesa que incluso su propia familia intentó disuadirlo. Aunque dejó de ponerse delante del toro, a los 17 años trabajando en el campo un astado lo arrolló tirándolo del caballo y sufrió una grave cogida. El accidente "es lo que me demostró a mí que realmente esto era lo que me gustaba", y volvió a torear vacas y a interesarse por el ganado.

Actualmente Quintas y su familia llevan un negocio que incluye tres ganaderías y la compra-venta de toros. Durante el invierno, la empresa funciona principalmente como una ganadería. Se centra en la cría, la reproducción, en hacer los saneamientos obligatorios y en hacer la selección de la tienta en sus fincas. En verano, la empresa pone su punto de mira en la compra-venta de astados a los pueblos y trabaja más bien como una empresa taurina.

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