El cambio de organización se dejó notar en la segunda edición de la siempre necesaria feria de arte 'Espacio Altántico', que desde el pasado jueves se ha desarrollado en las instalaciones del IFEVI de Vigo. Menos galerías, en especial se echaron en falta las procedentes de Portugal, acortaron las dimensiones de la feria y se sumaron al malestar de varios galeristas por una peor organización a lo largo de los cuatro días. El cambio de fechas, que se interesaba como un aliciente para esta edición (el pasado año se desarrolló en el mes de enero), jugó en contra de los intereses de galeristas y artistas. El descenso de visitantes provocó la bajada de compras debido a la buena climatología que llevó a miles de personas a nuestros arenales y a disfrutar de diferentes paisajes, pero que retrajo bastante al personal a la hora de acercarse al recinto expositivo. Cierto es que no son buenos tiempos para estas aventuras, pero si alguna arista de nuestra sociedad puede ofrecer un milagro esa es la del arte. Ante ella la cabeza se suele rendir al corazón, y la existencia de esas piezas de arte que te emocionan o te atrapan de manera arrebatadora no entiende de crisis o de estrecheces económicas.
Calidad
Desde esa perspectiva sí que la Feria ha mantenido el alto nivel que ya se había elogiado en su primera edición, a través de unas galerías que han presentado toda una serie de obras que en su práctica totalidad acusaban un alto grado de calidad. Pasearse entre los diferentes stands permite hacerse a la idea de que el galerista ha olvidado ya antiguas aventuras en las que se apostaba por obras que buscaban estar más al servicio del espectáculo que de su obligada vocación artística, cambiándolas actualmente por trabajos que realmente atesoran muchos de esos pellizcos que son los que te pueden atrapar de cara a hacerte con esas piezas.
La Feria remató ayer, pero quizás aquello que le conceda su dimensión final se fragüe en los próximos días cuando fructifiquen contactos y compras comprometidas. Cuando el dinero autentifique el sentido del trabajo de galeristas y artistas, se habla desde la propia dirección de la organización de la compra de piezas a cargo de Novacaixagalicia, 'fundamentalmente orientada al arte joven', y se está a la espera de la compra que realiza la Colección Espacio Atlántico que se plasmará en los próximos días en función de los 'intereses expositivos del Museo de Arte Contemporánea de Vigo, MARCO'. No cabe duda que ambos son sustentos imprescindibles de la Feria en este proceso en el que está y estará inmersa durante varias ediciones de consolidación de un proyecto necesario para nuestro arte, pero que debe sustentarse en una mayor participación de compradores, involucrándose también las instituciones en una mayor medida.
'Espacio Atlántico' se vio arrugado por el calor de esta semana, pero ha resistido y así debe seguir haciéndolo. Galicia necesita este encuentro, este cenáculo que alimenta las interrelaciones entre los diferentes estamentos artísticos pero debe volcarse en recuperar al galerista portugués, en concretar y visualizar de manera fiable las agendas de eventos que giran a su alrededor y todo ello manteniendo la calidad de los expositores.
