La Comisión Europea (CE) propuso hoy el reparto de esfuerzos para estos sectores, en los que está incluido el transporte que no sea la aviación, que representaron casi el 60 % de las emisiones totales de la Unión Europea (UE) en 2014.
Todos los Estados miembros tienen sus propios objetivos y, en común, representan una reducción del 30 % de las emisiones de CO2 de la UE con respecto a los niveles de 2005.
Los objetivos nacionales de reducción van desde el 0 % en el caso de Bulgaria al 40 % como en el de Luxemburgo y Suecia, y "son realistas, justos y flexibles", señaló el comisario europeo de Energía y Acción por el Clima, Miguel Arias Cañete.
Para organizaciones cono Transport & Environment, sin embargo, estas flexibilidades pueden "convertirse en lagunas que permitan a los países vender sobre el papel que toman medidas contra el cambio climático, pero no en la realidad", opinión que comparte WWF, en tanto que la Red de Acción Climática, lo calificó de "oportunidad perdida" y dijo que carece de un mecanismo de revisión de metas.
Los objetivos para 2030 se basan en el PIB per cápita de cada país miembro, lo que garantiza un sistema justo, dado que Estados con más riqueza tienen metas más elevadas que los otros.