Los vecinos de A Estrada y de la parroquia de Ouzande lloran la muerte del que durante más de 40 años fue su parróco, Manuel Castiñeira Rodríguez. Natural de la Costa da Morte, Castiñeira tenía 81 años de edad y se había jubilado en el año 2004 después de una larga vida pastoral.
En A Estrada, localidad en la que residía actualmente, había recalado a finales de los años 60, con Marío Blanco en la Alcaldía, y se había hecho con el cariño de los vecinos, que ayer se mostraban consternados por el fallecimiento del cura emérito. Castiñeira moría a consecuencia de una larga enfermedad y hoy será enterrado en el cementerio parroquial de Ouzande.
El funeral está previsto para las 13 horas, pero antes todos los vecinos que lo deseen podrán darle el último adiós. Desde las nueve de la mañana de hoy, la capilla ardiente quedará instalada en la iglesia parroquial de San Paio de A Estrada.
Prueba de la consideración en la que lo tenían sus feligreses es que los vecinos de Ouzande decidieron en el año 2004, coincidiendo con su jubilación, dedicarle un paseo que discurre por la parroquia y que se buatizó como ‘paseo de Manuel Castiñeira’. No fue sino un homenaje al emérito cura y a los largos paseos que solía dar siguiendo esta ruta desde el casco urbano de A Estrada hasta Ouzande.
Visión social
“Ante os ollos de Deus todos somos iguais”. Era una de las máximas del párroco, que destacó por su intensa labor parroquial, pero sobre todo por la visión social que tenía de la Iglesia. Castiñeira huía de ostentaciones.
Hombre de vida austera, se preocupaba por seguir la actualidad informativa. En 1992 y bajo secreto de confesión realizó un particular donativo al Concello de A Estrada, que se hizo así con los libros que recogen las actas más antiguas del municipio.
