Europa autoriza el plan luso para el BES para garantizar la estabilidad financiera

La Comisión Europea (CE) autorizó hoy el plan portugués de liquidación del Banco Espírito Santo (BES) al considerar que las medidas para crear un banco puente con los activos sanos de la entidad y disolver el resto son adecuadas para evitar posibles efectos adversos en el sistema bancario.

"La adopción de estas medidas de liquidación es adecuada para restaurar la confianza en la estabilidad financiera y para garantizar la continuidad de los servicios y evitar unos potenciales efectos sistémicos adversos", explicó la CE en un comunicado.

El Ejecutivo comunitario considera que el plan se ajusta a las normas sobre ayudas de Estado.

El portavoz comunitario de Asuntos Económicos, Simon O'Connor, explicó que esta medida demuestra "la capacidad de las autoridades portuguesas y de la UE de responder en tales condiciones de urgencia", y destacó que este caso es distinto del de España, donde varias entidades tuvieron que recibir apoyo estatal.

"Obviamente, la situación en España fue distinta", afirmó, y recordó que en el caso español se estableció un "banco malo", la Sareb, para recoger los activos tóxicos de las diversas instituciones financieras que recibieron apoyo estatal.

En el caso portugués los activos dañados también los asumirá una entidad creada para este propósito, pero los activos y depósitos no afectados se pondrán en una nueva entidad (un banco puente), que estará "completamente capitalizada" y será "una institución viable que luego se venderá a inversores privados".

El plazo máximo para completar la venta de esa entidad saneada será de dos años, según precisaron fuentes comunitarias.

Para la creación e inmediata capitalización del banco puente, el fondo portugués de resolución aportará 4.900 millones de euros al banco puente y, para ello, recibirá un préstamo de 4.400 millones de euros del Estado luso.

El préstamo no "aumentará la deuda pública de Portugal", aseguraron fuentes comunitarias, que explicaron que los 4.400 millones proceden de los 6.400 millones de euros que aún quedaban de los fondos europeos del ya concluido programa de rescate.

Si hubiera necesidades adicionales de financiación a esos 4.400 millones se cubrirían con contribuciones del sector financiero, añadieron.

La inyección de capital será recuperada principalmente mediante los ingresos de la venta de los activos, indicó la CE, que también subrayó que todos los accionistas y acreedores subordinados permanecerán en el BES, que será disuelto de manera ordenada.

Los derechos y responsabilidades de partes relacionadas, es decir accionistas importantes o consejeros, también se quedarán en el banco malo, es decir el BES, de manera que se garantiza la "plena contribución de los accionistas y de los tenedores de deuda sénior", recalcó el Ejecutivo comunitario.

"El BES es un banco que no necesitó ningún rescate durante la crisis financiera, pero tras el fin del rescate han salido a la luz problemas no vinculados directamente con la entidad bancaria, sino con otras partes del grupo Espírito Santo", recalcaron las mismas fuentes, que dijeron que no "hay implicaciones que extrapolar" del presente caso y recordaron que el sector bancario de Portugal ha sido reforzado en el marco del programa financiero.

El BES es el tercer mayor grupo bancario de Portugal con unos activos de 80.200 millones de euros, 36.700 millones en depósitos y 5.800 millones en recursos de otras instituciones crediticias, a fecha de 30 de junio.

Está presente en cuatro continentes y 25 países y emplea a casi 10.000 personas.

Por activos netos, el Banco Espírito Santo es la segunda mayor entidad de banca privada de Portugal.

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