Fallece a los 89 años Josefina Casasbellas

La presidenta de la Fundación Cuña-Casasbellas, divulgadora del legado de Manuel y Jorge Cuña, será enterrada en San Mauro
Josefina Casasbellas
photo_camera Josefina Casasbellas

La fundadora y presidenta de la Fundación CuñaCasasbellas, Josefina Casasbellas, falleció el domingo, a los 89 años, en Pontevedra. Mujer del poeta y político Manuel Cuña, y madre del también escritor Jorge Cuña, Casasbellas será enterrada este lunes, a las 17.00 horas, en el cementerio de San Mauro.

La noticia la dio a conocer la propia Fundación Cuña-Casasbellas, al tiempo que anunciaba que suspendía todas las actividades de la entidad previstas para esta semana en su sede, "tanto en la sala Versus como en los talleres de la biblioteca". 

Nacida en Vigo en 1928, Josefina Casasbellas se trasladó siendo aún una niña a Pontevedra. Su infancia transcurrió en la calle San Román, donde su abuela tenía una zapatería.

"Era una mujer fuerte a la que tocó vivir tiempos difíciles", recuerda Miguel Cuña. "Sus mayores valores, su entrega y su honestidad"

En la ciudad conoció al escritor Manuel Cuña, periodista, autor del poemario Fabulario novo (1952), su gran obra, y senador por el Partido Socialista, con el que tuvo dos hijos: Jorge, también poeta, nacido en 1945 y autor de Hipofanías (2003), entre otros textos, y Miguel, nacido al año siguiente, militante sindicalista y actualmente coordinador de las actividades de la Fundación CuñaCasasbellas.

Funcionaria municipal y contable, "socialista de corazón", en palabras de su hijo Miguel, y afiliada a la Confederación General del Trabajo (CGT), tras el fallecimiento de su marido en 1992 y, sobre todo, tras el de su hijo Jorge, en 2004, se volcó en la protección y difusión del legado literario de ambos.

Precisamente, un año después de la muerte del segundo, en 2005, fue cuando decidió crear una fundación con el nombre de ambos autores centrada en el cuidado de su trabajo y en la organización de actividades culturales.

Su papel como portavoz de la familia había comenzado más de diez años antes, en 1992, con Manuel Cuña ya muy débil, cuando le tocó recoger en su nombre el premio Ciudad de Pontevedra, que recibía de manos del alcalde Javier Cobián. A este le entregó una carta escrita por su marido: "Con este premio de devolvéis ciento por uno", decía.

Trabajadora incansable, su hijo la define como una persona volcada en la familia. "Era una mujer fuerte a la que tocó vivir tiempos difíciles", recordaba este domingo Miguel Cuña. "Sus mayores valores eran su entrega a su marido y a sus hijos, y el saber comportarse en esta vida con honestidad. Yo diría que su mayor empeño fue transmitirnos eso".

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