PONTEVEDRA. El arquitecto Manuel de las Casas, artífice del Pazo da Cultura de Pontevedra, entre muchas otras obras en España, falleció el pasado sábado en Madrid a los 73 años.
Nacido en Talavera de la Reina en 1940, De las Casas recibió a lo largo de su carrera varios galardones por su trabajo, entre ellos el Premio Nacional de Arquitectura (1999), la Medalla de Oro de las Bellas Artes (1995) y la VIII Edición del Premio del Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia (1998).
De las Casas, discípulo del arquitecto pontevedrés Alejandro de la Sota, deja también en Galicia, además del citado Pazo da Cultura de la ciudad del Lérez, obras como el Centro Universitario de Ciencias da Saúde de A Coruña y un conjunto de viviendas colectivas en Santiago de Compostela.
«Era una de las figuras más importantes de la arquitectura española contemporánea», señalaba ayer a Diario de Pontevedra Santiago Ezquieta, arquitecto pontevedrés que dirige las visitas guiadas por el Pazo da Cultura con el programa ‘Faiponting’, puesto en marcha por la Concellería de Cultura.
Ezquieta resalta que De las Casas logró resolver la idea que se le pedía sobre la creación del Pazo da Cultura: «dar vida al otro lado de la orilla del Lérez». «Era una zona muy degradada y él resolvió el problema de una forma muy acertada, especialmente con los espacio que le rodean. La solución funcional es muy buena», añade.
Además, subraya que el resultado estético del edificio hace que sea un elemento representativo de la ciudad. «Todo el mundo lo conoce y desde su presencia esa zona es mucho más conocida por todos los ciudadanos».
Cuatro volúmenes
El Pazo da Cultura de Pontevedra, que cuando se inauguró a finales de septiembre de 1997 era conocido oficialmente como el Pazo de Congresos e Exposicións, está formado por varios espacios, distribuidos todos ellos por el entorno de A Xunqueira.
Se trata de cuatro volúmenes dispuestos en torno a una plaza central que acogen las principales funciones de la infraestructura: el auditorio, la sala de exposiciones, el salón de actos y el Recinto Feiral, añadido posteriormente a la obra.
En total son 10.000 metros cuadrados de galerías, cristaleras, camerinos, una tramoya, una escena y un túnel de 200 metros paralelo a la fachada del Recinto Feiral.
