Los últimos en pisar el escenario dispuesto en la Praza de España durante las Semana Grande de las Fiestas de A Peregrina, pero no por ello los menos importantes. Fangoria consiguió quitar la pena que provocaba el fin de la celebración patronal a los cientos de pontevedreses que no quisieron perderse la oportunidad de ver en directo a Alaska y Nacho Canut interpretando algunos de los temas que han revolucionado el panorama español desde los años ochenta.
El tiempo hacía temer que la última actuación organizada por el Concello de Pontevedra iba a estar pasada por agua. Y así fue, pero eso no les importó a los fans de la mexicana que se agolparon desde horas antes de que diese comienzo el concierto. Incluso, muchos de ellos aprovecharon para hacerse con algún accesorio del grupo como camisetas, posters o mecheros.
De manera puntual y bajo los gritos de gran parte del público que no hacían más que corear el nombre de la formación, la música empezó a sonar mientras una voz en off daba paso al gran cabaret de la noche. ''Señoras y señores, Fangoria les da la bienvenida y espera que disfruten de su espectáculo la Operación Vodevil''.
Nacho Canut fue el primero en bajar las escaleras que coronaban el montante de la plaza y, apenas unos segundos después Alaska hizo su aparición vestida con un body negro y rojo y ataviada con un plumaje del mismo color.
La canción que dio comienzo al show fue 'Miro la vida pasar', uno de los singles más famosos de la revista musical española que forma parte del último álbum de Fangoria, 'El paso Trascendental de Vodevil a la Astracanada', en el que recoge los temas más sonados de su trayectoria profesional.
De manera continuada en cuanto al sonido y al baile, 'Un hombre de verdad' fue el segundo de los títulos que protagonizó el concierto, provocando en la mayoría del pública un estado de euforia.
Fue después de esta canción cuando Alaska entonó un ''Buenas noches Pontevedra, boas noites. Es un placer volver a estar aquí. Como siempre, con conocidos y desconocidos''. Apenas unos segundos más tarde, y después de beber un trago de agua, la artista acompañada de sus bailarines sacó una motosierra de plástico para entonar esa de 'Funcionaria asesina'. Al comienzo de la cuarta y la quinta canción, 'Mi novio es un zombi' y 'Bote de colón', la lluvia empezó a caer de forma tímida, pero con el sonido de 'Bailando', Fangoria consiguió que todos los asistentes se olvidaran del paraguas y cantasen con ella.
No obstante, la fuerza con la que el agua continuó cayendo provocó que el final del concierto llegase un poco antes de lo previsto, al igual que los fuegos de artificio encargados de poner el punto y final a las fiestas, que tuvieron que suspenderse, en princio, hasta esta noche.
