Feijóo prepara la pancarta

De la mesa de negociación a la pancarta. Ésta es la secuencia que maneja la dirección del PP gallego ante el agotamiento de las conversaciones entre la Xunta y el Gobierno centra sobre el recurso de inconstitucionalidad interpuesto por el Ejecutivo socialista contra la Lei de Caixas.

En el PP aseguran que esta semana se ha comenzado por primera vez a barajar abiertamente la posibilidad de promover una gran movilización en la que la sociedad gallega muestre su repulsa contra un recurso que hizo descarrilar el intento de fusionar de Caixa Galicia con Caixanova contra el criterio de los gestores de esta última entidad. La manifestación ya ha sido sugerida en repetidas ocasiones por el portavoz nacional del BNG, Guillerme Vázquez. Se trataría de reeditar las movilizaciones de 1979 contra el ''aldraxe'' del estatuto de la UCD.

''Se como parece, a negociación de Madrid queda rota, haberá que ir a unha manifestación'', señalan fuentes populares. En realidad, la negociación reventó el jueves de la semana pasada, cuando el líder del PSdeG y el alcalde de Vigo, Pachi Vázquez y Abel Caballero, frenaron el acuerdo. La posición del Gobierno central continúa siendo la de considerar que la fusión gallega es inviable, por lo que, incluso en el caso de que se resolviese el contencioso sobre la ley, el conflicto simplemente se trasladaría al Banco de España.

La comparecencia del próximo martes del conselleiro Alfonso Rueda para informar sobre las negociaciones debe servir para aclarar los pasos a seguir. Si no hay movimientos por parte del Gobierno, la Xunta podría dar por concluidas las conversaciones. ''No BNG non aguantan máis'', dicen el PP sobre su aliado en la Lei de Caixas. Los nacionalistas exigen a Feijóo una respuesta y aseguran que está maniatado por las instrucciones de la dirección central del PP.

Así, la manifestación aparece como una opción real, aunque también pudiera ser que Feijóo se esté limitando a amagar con promoverla. En los círculos socialistas más favorables a la fusión preocupa mucho esa movilización, pues podría poner de manifiesto la soledad del PSOE.

La idea que se maneja es que la marcha, que se celebraría en Santiago, sea promovida por los firmantes del manifiesto ''Galicia ten dereito'', PP, BNG, los tres sindicatos gallegos y la patronal. En el PP consideran que el concurso de estas organizaciones garantizaría el éxito de la movilización, aunque su organización requeriría de un mínimo de tiempo. Sería la segunda manifestación, tras la de Vigo contra la fusión.

Montoro abre una vía de agua en la línea de la Xunta
El ''centralista'' Cristóbal Montoro como le llaman en el PP gallego abrió esta semana una vía de agua en la línea negociadora de la Xunta, con sus planteamientos sobre las fusiones de las cajas coincidentes con los del Banco de España. Ha quedado en evidencia el consenso madrileño, de PSOE y PP, sobre el futuro de estas entidades financieras. Primero se trata de reducir su número para después privatizarlas.

El Papa quiso que el PP se apuntase el tanto
''Parece que o Papa non é moi do PSOE nin do BNG'', ironiza un dirigente socialista. Y es que Benedicto XVI quiso que Feijóo se apuntara el tanto político de su visita a Santiago durante el Xacobeo. Es la conclusión evidente que se extrae de la secuencia de las intensas gestiones ante El Vaticano que permitieron que el pasado miércoles el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, anunciase el viaje del Pontífice a Compostela del 6 de noviembre.

A Benedicto XVI le había invitado ya el año pasado el presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, quien había insistido a través de varios miembros de su Gobierno. Sin embargo, la brecha abierta en las relaciones entre Madrid y El Vaticano, por medidas como el matrimonio gay o la legalización completa del aborto, hacía pensar que era difícil que esas gestiones fructificasen.

Sin embargo, parece haber pesado la potencia enorme que ha alcanzado el Camino, que en el 2009 recorrieron 145.877 peregrinos. Ante el riesgo de paganización que entraña la masificación, para la Iglesia resulta fundamental defender su esencia religiosa, como lo prueban los continuos llamamientos en este sentido de Julián Barrio. Éste y, sobre todo, el cardenal lucense Rouco Varela parecen los verdaderos artífices de la visita.

Una vez que en febrero se decidió el viaje, antes de anunciarlo la Iglesia quiso que Feijóo fuese justo antes al Vaticano a formalizar la invitación, sin que el embajador Francisco Vázquez, socialista al fin y al cabo, saliese en la foto. ''Tiñan todo preparado'', constatan en el PSOE. Para la Xunta se trata de un tanto para relanzar un Xacobeo envuelto en continuas polémicas que han desgastado todavía más al conselleiro Roberto Varela.

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