CALDAS DE REIS. El conjunto de cooperativas gallegas integrado en Agrupación de Cooperativas Lácteas (Acolact), lideradas por Feiraco, ha conseguido reactivar en tiempo récord la planta de Clesa en Caldas. De hecho, prevé cerrar 2013 con una facturación de 13 millones de euros, frente a los 2,1 millones del año anterior, según informó la empresa.
Acolact destinó 10,2 millones de euros, incluyendo las inversiones para reactivar las intalaciones, a la adquisición de la planta a Nueva Rumasa. La fábrica cuenta en la actualidad con 50 trabajadores, frente a los 31 de antes de que fuese comprada por las cooperativas. El impulso experimentado por la fábrica es tal que la empresa prevé cumplir los ambiciosos objetivos marcados en su plan de negocio al cierre del próximo ejercicio, superando la comercialización de 20.000 toneladas de refrigerados lácteos en 2014.
Acolact tomó posesión de las instalaciones en agosto de 2012 y desde entonces ha focalizado sus esfuerzos en adaptar la planta a las necesidades de eficiencia que exige actualmente el mercado. Para ello, ha sido determinante que las máquinas no se llegaran a parar totalmente, hecho que se podía haber dado, ya que Clesa entró en proceso concursal a mediados de 2011 y desde entonces y hasta la compra de la planta había subsistido «sin financiación y sin un rumbo claro». No obstante, en ese periodo mantuvo una producción de unos 150.000 kilogramos mensuales, lo que ha acortado el proceso de adaptación de las máquinas a la nueva situación de normalidad.
Casi toda España
Una vez efectuada la puesta a punto de los equipos productivos, Acolact se ha centrado en una primera fase en el relanzamiento completo de la marca Clesa en la gama básica, sobre todo en yogures, «fundamentalmente porque es una enseña conocida históricamente por el consumidor», apuntan fuentes de la dirección. Igualmente, «se ha conseguido estar en el 80% de la distribución moderna a nivel regional en Galicia y presencia en casi toda la geografía nacional». En este sentido, a la empresa le falta todavía por cubrir Cataluña y Aragón y ampliar su implantación en zonas como Madrid y Levante. La empresa puede acometer de forma directa los acuerdos con las diferentes cadenas de distribución, que compaginará con alianzas con distribuidores especializados en las diferentes provincias españolas.
Con una base ya creada, Acolact prevé cerrar 2013 con un volumen de unas 12.000 toneladas de yogures y otras 2.000 de postres lácteos refrigerados, frente a las 1.200 y 500 toneladas, respectivamente, de 2012. En 2014 alcanzaría el objetivo marcado, con 19.000 toneladas de yogures y 2.500 de postres, y «a partir de ahí los crecimientos ya serían más moderados, teniendo en cuenta que la planta actual tendría todavía capacidad para un 30% más aproximadamente».
En cualquier caso, en la categoría de yogures, las cifras previstas por Acolact la colocarían en una posición privilegiada. Para lograr estas cifras, ha llegado a acuerdos con diversas cadenas para suministrar yogures con MDD, enseñas que actualmente supondrían el 60% de su negocio.
Además, el pasado mes de octubre lanzó una nueva imagen para toda su gama de productos: yogures, crema bombón y flanes de huevo y vainilla. En los nuevos envases incorpora dos sellos de calidad y origen: el distintivo ‘Galega 100%’ y la certificación PLS (Productos Lácteos Sostenibles), que garantiza que el 100% de la leche empleada es de origen nacional y garantiza la sostenibilidad de toda la cadena de valor.
